El enfermero acusado de inyectar leche en las venas de un bebé en el Hospital Materno Infantil de Jujuy permanece detenido y se encamina a enfrentar un juicio en las próximas semanas. Está imputado por "lesiones graves con dolo eventual agravadas por la alevosía", un delito que podría acarrearle una pena de varios años de prisión. (foto la bebé con la familia)
El aberrante hecho, ocurrido en abril, puso en riesgo la vida del pequeño David, quien pasó semanas críticas en terapia intensiva. Tras una ardua recuperación, el bebé fue finalmente dado de alta y ya se encuentra en su hogar, aunque continúa bajo estrictos controles médicos. "Ya está comiendo el bebito, pero siempre controlándole la saturación", explicó su madre, Alejandra Argota, mostrando el lento pero esperanzador progreso de su hijo.
Además de este caso que generó conmoción, el enfermero enfrenta una segunda imputación: se le acusa de haber sedado a otro niño antes de una cirugía, sin la autorización ni la capacitación requerida. "Esto marca que era una conducta reiterada, con negligencia y displicencia. No fue un hecho aislado", sostuvo Carlos Espada, abogado de la familia de David, sugiriendo un patrón de comportamiento peligroso.
La causa se encuentra en la etapa final de la recolección de pruebas, y se espera que sea elevada a juicio en breve. "Esperamos que se imponga una pena superior a los tres años y que el juicio se realice cuanto antes", agregó el letrado, reflejando la urgencia de la familia por obtener justicia.
El caso conmocionó a toda la provincia y encendió las alertas sobre los controles y protocolos de seguridad en el sistema sanitario. El enfermero había sido aprehendido tras conocerse la denuncia por el suministro endovenoso de leche al bebé en el Hospital Materno Infantil Héctor Quintana.
Durante la audiencia imputativa, el fiscal Guillermo Beller formalizó la acusación y solicitó la prisión preventiva del acusado, la cual fue dictada por el juez de control. "La imputación se formalizó por el delito de lesiones graves, agravadas", declaró el fiscal, quien también aseguró que el derecho de defensa del enfermero se ejerció "de manera constitucional y respetándose siempre todas las garantías", a pesar de que el acusado se abstuvo de prestar declaración.