Tras los alegatos, los contraalegatos y una última intervención de uno de los imputados, el Tribunal que juzga al exdiputado puertista Germán Kiczka y su hermano Sebastián pasó a cuarto intermedio, para dar a conocer luego la sentencia contra los acusados de tenencia y facilitación de material de abuso sexual infantil.
Desde las 8.30 de este miércoles se llevó a cabo la última audiencia por pedofilia contra el exdiputado puertista Germán Kiczka y su hermano Sebastián, en el Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia de Posadas, según el cronograma establecido por el Tribunal Penal 1, a cargo del caso.
Tras los alegatos y contraalegatos de las partes, se escuchará la última declaración de los imputados y, en caso de acuerdo entre los miembros del Tribunal, se dictará la sentencia.
La parte declaratoria de la maratónica audiencia finalizó a las 18.00 horas, con una nueva intervención de Sebastián Kiczka, quien básicamente se quejó del trato que recibió durante su detención y el tiempo que lleva en prisión, al tiempo que criticó la labor de la perito psicológica.
Tras ello, el Tribunal pasó a cuarto intermedio para deliberar y anunció que en aproximadamente una hora, es decir, alrededor de las 19.00, dará a conocer la sentencia.
Para esta última audiencia, los hermanos ingresaron a la sala y se sentaron en el banquillo de los acusados acompañados de sus defensores oficiales y luego salieron del salón.
Rau, entonces, comenzó su monólogo con una frase contundente "estos muchachos son degenerados". Luego, amplió "vamos a contar la verdad y solamente la verdad y es la que surge del expediente".
La fiscalía acusa al exdiputado de poseer, facilitar y distribuir archivos de contenido ilícito, específicamente “archivos Masi”, encontrados en tres dispositivos: una notebook Acer, una Lenovo y un celular Samsung S22. Sebastián enfrenta cargos similares, con el agregado de un cargo por abuso sexual simple.
El fiscal realizó un análisis de todas las pruebas expuestas a lo largo del debate y concluyó que esas evidencias, mostraron que ambos hermanos «comprenden la criminalidad».
Tras su alegato, Rau pidió 15 años de prisión para Germán Kiczka y solicitó 12 años para Sebastián.
“La computadora la usaban los dos y compartían material”, expresó Glinka y agregó: “Son coautores de tenencia y facilitación de 100 archivos”.
“El usuario de esa computadora es Germán y dentro de ese ordenador hay carpetas a nombre de él y un mail signado a él. También imágenes de una chica de 16 años de ese tipo de contenido dentro de esas carpetas”, siguió.
También los acusadores contaron que “se halló un mensaje en la PC de Germán Kiczka que decía: no te vuelvas a acercar a mi hija, te perdono, pero no te vuelvas acercar a mi hija porque te denuncio’. Lamentablemente, esa persona falleció”.
La defensa de Sebastián pidió que sea tratado piscológicamente y no condenado
En tanto, los abogados Eduardo Paredes y María Laura Álvarez coincidieron en su alegato que Sebastián Kiczka debe ser internado en una unidad de salud mental del servicio Penitenciario Provincial hasta se recupere de su “compulsión”.
Tanto la defensa como el acusado admitieron que se bajaba contenido MASI en las computadoras y que el Tribunal debería “utilizar el sistema y aplicar una medida de seguridad para Sebastián”.
Al respecto de la imputación de abuso sexual simple, mencionaron que la acusación debería ser rechazada ya que no hay avales que acrediten el hecho. “Ella menciona que son amigos con derecho con Sebastián Kiczka”, relataron los defensores.
“Ella en ningún momento menciona o da algún incidió de ser abusada por Sebastián”, remarcó Alvarenga.
El abogado de Germán pidió su sobreseimiento y cuestionó a la SAIC
A su turno, la defensa de Germán Kiczka centró su alegato en la supuesta falta de rigor en la investigación, el manejo deficiente de las pruebas y la ausencia de certezas para sostener la acusación contra Germán.
El abogado defensor, De Paula, abrió su exposición con fuertes críticas hacia la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (SAIC), a la que acusó de elaborar informes erróneos. Según denunció, los encargados de analizar los archivos incautados fueron una licenciada en turismo y un estudiante de abogacía de segundo año. “Nadie tiene el título de perito. Es un chiste, diría, si estuviéramos en una cancha de fútbol”, ironizó.
Otro de los puntos que cuestionó fue la cadena de custodia de la evidencia. De Paula denunció que uno de los discos rígidos clave en la causa «se perdió» y apuntó directamente contra Darío Pokora, responsable del área técnica. “Nadie sabe dónde están esos archivos. Qué raro”, lanzó con sarcasmo. Y remató: “Hay que corregir la labor de la SAIC por el bien de todos los misioneros”.
Respecto a la acusación, la defensa insistió en que el Ministerio Público no logró probar que Germán Kiczka haya facilitado archivos con contenido de abuso sexual infantil. “La agencia fiscal tenía la obligación de probar en este debate, con certeza, lo que están acusando. Y no lo hizo”, sostuvo De Paula, quien remarcó que la fiscalía “no aportó nada nuevo” en la etapa de juicio respecto a lo que ya figuraba en la instrucción.
Según expuso, quedó acreditado que el IP desde el cual se detectaron los archivos ilícitos correspondía al domicilio de Sebastián Kiczka, quien además confesó haber descargado el contenido. “Sebastián confesó de parte, relevando de prueba a su hermano”, indicó.
Sobre los dispositivos secuestrados, De Paula subrayó que se probó que Germán no utilizó la notebook marca Acer y que en la computadora Lenovo, incautada en su domicilio, se hallaron ocho videos que, según afirmó, fueron descargados por Sebastián. “Él mismo reconoció en una de sus tantas ampliaciones de indagatoria que buscó y bajó los archivos en esa máquina”, aseguró.
Finalmente, la defensa pidió la nulidad de los actos de instrucción por no haberse respetado el derecho a una imputación clara y específica, tal como lo exige el artículo 361 del Código Procesal. También solicitó la nulidad de toda la prueba presentada contra Germán y que el tribunal desestime las acusaciones por tenencia y distribución.
“El sobreseimiento de Germán Kiczka es lo único procedente en este caso. No hay pruebas que lo vinculen con el delito”, concluyó De Paula.