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La policía intercepto una paloma que llevaba atadas a sus patas dos paquetes de picadura de marihuana. Esta es la cuarta vez que encuentran un transporte de drogas utilizando un ave.

El antecedente inmediato ocurrió el 23 de abril pasado. Aquella vez, alrededor de las 20 frente al portón de acceso al establecimiento penitenciario los guardias advirtieron la presencia de una paloma que no podía volar y a la que en uno de sus intentos se le cayó una pequeña bolsa de nylon. La situación llamó la atención de los agentes quienes, al acercarse al animal, notaron que llevaba dos envoltorios que contenían una sustancia vegetal similar a la marihuana.

Ahora, descubrieron otro envío de marihuana supuestamente dirigido a internos del penal de Coronda mediante el recurso de una paloma que, además de mensajera, fue utilizada como delivery de drogas.

De acuerdo a la versión oficial, en la tarde de este lunes, alrededor de las 18, agentes del Servicio Penitenciario fueron advertidos por miembros del Comando sobre la presencia de un ejemplar de esa especie en unas de las garitas de la unidad penal. El ave, avisaron, tenía atado un envoltorio en una de sus patas.

Los agentes rastrearon la paloma hasta una vivienda cercana. Cuando llegaron hasta ese domicilio, la propietaria les comunicó que el ave estaba en el patio trasero. El parte policial señala que, con el permiso de la moradora, capturaron el ave y abrieron los dos pequeños paquetes que llevaba. En su interior, sigue el reporte, había una sustancia compatible con picadura de cannabis.

La Federación Colombófila aclaró que “Las imágenes difundidas permiten deducir que se trata de una paloma común (de las que están en plazas y azoteas) y no de un ejemplar tipo mensajera, que en nuestro país se crían exclusivamente con fines deportivos”.