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Benjamín tenía tres años y estuvo desaparecido alrededor de un año. El padre y la madre guardaron silencio sobre lo que había ocurrido y hasta negaron la existencia de la criatura. Pero la porfía de la abuela y una hermanita lograron sacar la verdad a la luz: había sido víctima de violencia. El cuerpo fue encontrado el miércoles y el padre, Jorge Lucero, fue detenido poco después.

El padre se quebró ante la evidencia y señaló el lugar en que lo enterraron. Pero antes hubo una cerrada negativa. Los padres insistían en que el chiquito no existía. La madre aseguró que tras el nacimiento de la hija de 4 años, se había ligado las trompas.

No obstante el 20 de febrero pasado, la abuela denunció la desaparición de la criatura. Sabía también de los problemas de adicción a drogas. Además, Romina había denunciado a Jorge Lucero, su pareja, por violencia y estuvo en prisión aunque la mujer lo seguía visitando cuando estaba tras las rejas y luego retomaban la convivencia.

Cuando la abuela hizo la presentación por  la ausencia del niño, sus hermanitos dijeron que estaba muerto, dieron cuenta de maltratos y apuntaron a los papás.

La abuela tenía una versión de lo sucedido. La hermanita de Benja, le dijo: "Qué lindo hubiera sido que Benja venga con nosotros ¿no?". La mujer, aún con esperanzas, le dijo que ya lo iban a encontrar y la respuesta la dejó sin palabras, la nena le señaló que no iba a poder, porque ya era "un angelito que está en el cielo".

La nena también señaló que su hermano intentó ayudar a Benja y lo sacudía gritándole su nombre "Benja, Benja", pero este ya no se movía. Desde ese día no lo volvieron a ver.

Se espera en el corto plazo, la imputación de Lucero por homicidio agravado por el vínculo, mientras que la madre del menor, identificada como Romina, enfrentará cargos por encubrimiento o participación secundaria y lesiones graves, ya que para la Justicia ambos torturaron a Benjamín.