Neuquén- Por pedido del asistente letrado Gastón Berenguer, un varón acusado por haber lesionado a una mujer que había sido su pareja, seguirá detenido con prisión domiciliaria.

Se trata de E.R.S, a quien 14 de abril la fiscalía le atribuyó el delito de lesiones leves doblemente agravadas, por el vínculo y por mediar violencia de género (artículos 150, 89, 92 en función del artículo 80, inciso uno y once, y 45, de Código Penal).

Durante la audiencia realizada ayer al mediodía, el representante de la fiscalía explicó que el pasado 11 de mayo se impuso la prisión domiciliaria con tobillera electrónica y rondines policiales al acusado. En este sentido, Berenguer requirió que se prorrogue la medida que vencía ayer. El pedido estuvo fundado en el peligro para la integridad de la víctima y de entorpecimiento de la investigación. “El imputado estando notificado de las medidas de coerción dispuestas por el juzgado de Familia, irrumpió nuevamente en el domicilio de la víctima. Desde la comisaria nos indicaron que al realizar uno de los rondines, el imputado no se encontraba en el domicilio”, indicó.

Además el funcionario anticipó que, en base al avance de la investigación, la fiscalía le va a reformular cargos por el delito de homicidio en grado de tentativa.

Luego de escuchar a las partes el juez de garantías hizo lugar al requerimiento de la fiscalía y prorrogó la prisión domiciliaria por el plazo de dos meses, con tobillera electrónica y rondines policiales.

El hecho

La teoría del caso que investiga el Ministerio Público Fiscal es el hecho que ocurrió el 13 abril de pasado, a las 22:30 aproximadamente. La mujer regresó a su vivienda ubicada en la ciudad de Neuquén. En ese contexto, al momento de ingresar al patio fue sorprendida por su expareja, quien se encontraba en el interior del patio portando un cuchillo en cada mano y “sin mediar palabra, se abalanzó sobre la víctima, la agredió físicamente con los cuchillos que portaba, llegándole a producir heridas en el rostro, antebrazo izquierdo y su mano derecha”. La agresión cesó luego de que intervinieran familiares de la víctima y un vecino, quienes pudieron reducir al acusado hasta que llegó el personal policial, alertado por la activación del botón antipático por parte de la hija de la mujer.

“El hecho no fue un episodio aislado. La relación llegó a su fin antes del hecho, producto de numerosas situaciones de violencia. El acusado denigraba y humillaba a la mujer tanto dentro como fuera del hogar, y cuando todavía estaban juntos, en una oportunidad la amenazó de muerte”.