La paciencia de los vecinos de los barrios 7 de Mayo, Peumayén, 2 de Mayo, Jerusalén y las 80 Viviendas llegó a su límite. Tras retomar el corte de tránsito en la calle Casimiro Gómez, los manifestantes decidieron intensificar su protesta este viernes, reteniendo maquinaria destinada a obras como medida de presión por la falta de servicios esenciales de cloacas y gas.
El corte, que se inició el jueves a las 4:30 de la madrugada, fue levantado brevemente por la tarde, pero se reanudó hoy desde las 13:30. Alrededor de entre 30 y 40 vecinos se mantienen congregados, permitiendo el paso restringido únicamente para colectivos urbanos, ambulancias y motos.
La situación escaló tras recibir una respuesta oficial del Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat (IMUH), firmada por su presidente, Marco Zapata. El documento, que dejó más dudas que certezas, aclaraba que la Municipalidad no tiene competencia en la ejecución de las obras de gas y cloacas, y que la responsabilidad recae exclusivamente en el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) y la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (UPEFE), que conduce Tanya Bertoldi.
"Tomamos las máquinas porque ya no sabemos cómo hacernos escuchar. Esto afecta a muchas familias y siguen sin darnos una solución concreta", expresó una de las voceras del grupo de vecinos autoconvocados. Además, señaló que, si bien un representante del IPVU se acercó durante la jornada del jueves, no brindó ninguna solución tangible.
Los vecinos son enfáticos: la medida de fuerza continuará de forma indefinida hasta que un funcionario con capacidad de decisión se presente y ofrezca una respuesta clara sobre la reactivación de las obras. "La policía vino a hablar con nosotros y nos dijo que teníamos que desalojar. Ya enviamos notas a todos lados, nadie hasta ahora nos da una respuesta", afirmó Pamela, una de las manifestantes.
A pesar de haber recibido una orden fiscal de desalojo, los vecinos están firmes en su postura. "No podemos seguir esperando otro año más porque necesitamos las soluciones ahora. Vamos a seguir en la calle pase lo que pase, hasta que no tengamos una respuesta. Tenemos una orden de un fiscal para desalojarnos pero estamos todos de acuerdo en que no nos vamos a mover", sentenció Pamela, reflejando la determinación de la comunidad.