Según un estudio de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en los primeros seis meses de 2021 la facturación del sector creció 101%, respecto del mismo periodo del año pasado.
El comercio electrónico sigue en amplio crecimiento en el mercado local y el rubro indumentaria se convirtió en uno de los más elegidos para esta modalidad, con las redes sociales como importante canal de contacto y ventas a partir de la pandemia de Covid-19 y el cierre de muchos locales.
Según un estudio de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en los primeros seis meses de 2021 la facturación creció 101%, respecto del mismo periodo del año pasado y, detrás de alimentos y bebidas, la indumentaria es la segunda categoría con más unidades vendidas, cuando hace un año era la cuarta.
“Los consumidores se acostumbraron a comprar online”, dijo Antonio Rivero, de Napse, para quien “las tiendas de indumentaria encuentran en Internet muchas posibilidades de venta, con los beneficios de mostrarse a través de vidrieras digitales o de las redes sociales, además de la publicidad directa y segmentada".
"Sin embargo, también debemos responder a las demandas de los consumidores online: ellos requieren información clara, respuestas rápidas a través de cualquier canal, modalidades de pago diversas, y procesos de devolución simples, algo fundamental en el segmento de indumentaria”, aclaró.
Por su parte, Marcelo Mangiacavalli, CIO de Grupo Dabra, explicó que sus ventas electrónicas aumentaron 50% a partir de la pandemia, aunque aclaró que el canal físico sigue siendo el más fuerte y ya recuperó los niveles previos a la pandemia.
“En el rubro indumentaria, los clientes tienen la necesidad de ver y tocar, incluso oler, los productos; a lo que apostamos es a una estrategia omnicanal que integre los canales, equipando también a los puntos de venta físicos con mayor tecnología para mejorar la experiencia de los consumidores”, añadió.
Las redes sociales se posicionan como uno de los principales canales de comunicación para los comerciantes y emprendedores de ropa; y, a través de ellas, las marcas pueden mostrar sus productos, entrar en contacto directo con sus clientes y hasta generar una comunidad online.
Según un estudio de la plataforma de ventas online Tiendanube, de enero a junio de 2021 las ventas realizadas a través de redes sociales correspondieron a 40% del total online, liderando Instagram el podio con más de 85% de las transacciones.
“Lo fantástico de las redes sociales es que ‘democratizan’ el mercado”, agregó Rivero, para quien “no se requieren grandes inversiones y, de hecho, existen en Instagram emprendedores que venden ropa desde un dark store en un departamento y compiten a la par con grandes marcas”.
Además de las redes sociales, WhatsApp fue una de las herramientas más inmediatas y prácticas para probar otras formas de ofrecer productos sin necesidad de una gran inversión, simplemente aprovechando las soluciones de los canales digitales a los que todos tenemos acceso hoy en día.
Así, las pequeñas y medianas empresas comenzaron a enviar por estas vías a sus potenciales clientes la oferta de sus productos a través de catálogos muy básicos con fotografías tomadas con el celular o en formato PDF, estrategia que fue muy útil para las ventas.