Elías Sapag, representante de la provincia de Neuquén ante la AIC, justificó la decisión que tomó la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro de controlar de manera diaria las erogaciones que cada embalse debe realizar para así garantizar el abastecimiento del recurso hídrico tanto para el consumo humano, su uso productivo como para irrigar el valle frutihortícola.
"El río Limay se encuentra 150 m3/seg por debajo de su caudal promedio e identificó como más preocupante la situación del río Neuquén, que presenta también una caída de 150 m3/seg pero sobre un caudal promedio anual que es casi la mitad del agua que trae el río Limay", describió.
Sapag estuvo reunido esta mañana con la comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legisaltura. Durante el debate que permitió sancionar por unanimidad un despacho de comunicación que respalda la determinación asumida por la AIC y también pide a la Secretaría de Energía de la Nación y a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista de Energía SA (CAMMESA) que ordene a las empresas generadoras de energía instaladas en la cuenca adoptar un programa de uso responsable del agua.
En la ocasión, Sapag sustentó la decisión de intervenir para garantizar que en los próximos meses el recurso hídrico “no falte”, previsión que se tomó por la extensa sequía que se avecina en los próximos meses del año y por las históricas mínimas de nieve y lluvia que tuvieron lugar entre abril y agosto. “Tuvimos uno de los julios más calurosos de los últimos 10 años”, acotó.
Observó que la decisión de tomar el control de las erogaciones no tuvo planteos ni objeciones por parte de las empresas operadoras y que “cada semana se indica a las hidroeléctricas lo que pueden hacer”. “Alternamos las normas del contrato de concesión para que más adelante no falte agua. Hemos ejercido nuestra autoridad”, fundamentó.
Al respecto, indicó que el río Limay se encuentra 150 m3/seg por debajo de su caudal promedio e identificó como más preocupante la situación del río Neuquén, que presenta también una caída de 150 m3/seg pero sobre un caudal promedio anual que es casi la mitad del agua que trae el río Limay.
Recordó que el Neuquén se nutre principalmente de la nieve que discurre por las altas cumbres, recurso que va a estar presente en su mínima expresión este año por la falta de nevadas en los meses de junio y julio. “En el embalse Los Barreales hemos dado la orden de no tocar los caudales”.
“Hasta acá llegamos. Hay que cuidar y monitorear. No es que vaya a faltar el recurso hídrico aguas debajo de los embalses, pero no hay que abusar”, detalló Sapag al explicar que por las condiciones adversas en materia climática, las cuencas hídricas este año van a presentar respecto del año anterior una baja aproximada de 2.700 hectómetros cúbicos menos.
Adelantó que desde el Estado nacional se tendrán que tomar las medidas necesarias para paliar el déficit energético que trae aparejado esta decisión. En ese sentido, estimó que se tendrá que recurrir a fuentes alternativas de energía como los hidrocarburos que se extraen de Vaca Muerta o a su importación para equiparar la demanda energética a nivel nacional durante los meses de verano.
En otro orden, alertó sobre la necesidad de trabajar aguas arriba de las represas donde no existen embalses para acumular agua. Sobre este punto, destacó la intervención del gobierno provincial y la decisión de destinar 800 millones de pesos para acompañar a los productores, vecinas y vecinos, y a jefes comunales a través de la declaración de la Emergencia Hídrica.
Puso como ejemplo la situación de Plaza Huincul y Cutral Có, ciudades que dependen del río Neuquén para abastecerse. En ese sentido, compartió las obras de canalización de agua programadas para que el recurso no falte en los meses más cálidos.
Respecto al año 2022, Sapag fue cauto y analizó que las condiciones hídricas no mejorarán. Advirtió que debido a la sequía, la situación puede llevar a que el embalse de Piedra del Águila alcance “mínimos extraordinarios”, con la consecuente baja que esto tendrá para el embalse de El Chocón.
De igual modo, alertó que las proyecciones previstas para Los Barreales en 2022 arrojan que su embalse entrará en zona de emergencia. Agregó que se trata de una represa que sólo eroga agua a través de sus turbinas y que se tendrá que monitorear también la cota del acueducto del Mari Menuco, sistema que abastece de agua tanto a la localidad de Centenario como a barrios de la capital neuquina.