La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA) mantienen este martes una cumbre clave para analizar el deterioro del corazón productivo del país. Con la provincia de Buenos Aires representando más del 40% del valor agregado industrial nacional, la preocupación sindical ha mutado en una crítica abierta hacia la gestión local, mientras el desempleo y el cierre de fábricas no dan tregua.
El foco de la tensión: Críticas a la gestión de Augusto Costa
A pesar de que el Gobierno provincial intenta posicionarse como un "escudo" frente a las políticas de Javier Milei, el sindicalismo industrial ha comenzado a manifestar su malestar con el ministro de Producción, Augusto Costa.
Los cuestionamientos principales de los gremios (liderados por gigantes como UOM y SMATA) se centran en:
·Falta de cercanía: Denuncian dificultades para contactar al funcionario y una presencia irregular en la sede ministerial de La Plata.
·Ausencia de programas de alivio: Achacan la falta de un plan de contingencia real que amortigüe el impacto de la crisis nacional.
·Debilitamiento del Ministerio: Observan una pérdida de potencia de la cartera productiva, con programas clave que han sido trasladados a otras áreas del gabinete de Axel Kicillof.
Radiografía de la "Catástrofe Productiva"
El propio ministro Costa calificó la situación actual como una "catástrofe", aportando cifras que reflejan la magnitud del desplome en territorio bonaerense entre enero y septiembre de 2025:
·Empresas y Empleo: Se registra la pérdida de 5.000 empresas y aproximadamente 95.000 puestos de trabajo registrados en los últimos dos años.
·Sector Textil: Es el rubro más castigado, con una caída del 20% en la producción y 15.000 despidos debido a la apertura de importaciones.
·Construcción y Consumo: La actividad constructora se desplomó un 23% y el consumo turístico en destinos provinciales cayó un 25%.
Internas en el entramado empresarial
La gestión de Costa también enfrenta ruido en el frente empresario. Se señala un presunto favoritismo hacia la CGERA (Confederación Empresaria de la República Argentina), entidad que logró colocar a su vicepresidente, Ariel Aguilar, como subsecretario en el Ministerio de Producción.
Este esquema de "gestión cerrada" ha generado malestar en otras entidades de peso como CAME y la UIPBA (la rama bonaerense de la UIA), quienes se sienten marginadas de las políticas de Estado en medio de lo que definen como un "genocidio pyme".
Hacia un Congreso de la Producción
Frente a la inacción que perciben, la CSIRA ha lanzado un llamado urgente a la unidad transversal. La propuesta consiste en articular una red de defensa que incluya a:
1.Gremios y trabajadores.
2.Pymes y cámaras industriales.
3.Universidades y centros científicos.
4.Gobiernos locales.
El objetivo final es la realización de un Congreso de la Producción, Trabajo y Calidad de Vida. Para los sindicatos, la meta es clara: frenar el "industricidio" y recuperar la soberanía económica mediante un modelo que priorice el empleo calificado y la producción federal.
