La importante acería Acindar, ubicada en Villa Constitución, ha determinado una parada productiva casi total que se extenderá hasta el 11 de enero. La medida, que entró en vigor la semana pasada, implica que la vasta mayoría del personal deberá tomar sus vacaciones obligatorias durante este periodo.
Según la compañía, este receso responde a una "planificación estratégica de la producción" para el cierre del año. Sin embargo, fuentes sindicales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) confirmaron que las operaciones de la planta se encuentran al mínimo. Actualmente, la fábrica utiliza solo el 60% de su capacidad instalada, reflejando una profunda crisis en el sector.
El contexto de la contracción
El sector siderúrgico enfrenta un panorama complejo, marcado por una drástica caída de la demanda interna. Esta contracción se debe en gran medida al freno total de la obra pública, uno de los principales motores de consumo de acero, y al simultáneo incremento en el ingreso de productos siderúrgicos procedentes de China.
Este deterioro es visible en las cifras:
·Producción en Santa Fe: Ha sufrido una caída interanual del 45%, registrando los niveles más bajos de los últimos 17 años, de acuerdo con datos de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE).
·Declive de Acindar: El volumen de producción mensual de acero de Acindar se redujo drásticamente. Pasó de un promedio de 100.000 a 120.000 toneladas a apenas 50.000 toneladas (o incluso menos) en los últimos meses. La proyección de laminado anual para 2025 se ha ajustado a menos de 600.000 toneladas, muy lejos del 1.2 millón de toneladas estimado anteriormente.
