Foto Maximiliano Luna

El presidente electo advirtió que las medidas que pondrá en marcha para alcanzar un "reordenamiento fiscal" van a "impactar negativamente en la actividad económica". También aclaró que "la única billetera que va a estar abierta" será la del futuro Ministerio de Capital Humano, que saldrá a "dar contención a los caídos".

El presidente electo Javier Milei advirtió este miércoles que durante su gobierno el país vivirá los efectos de una "estanflación" como consecuencia de las medidas que implementará para alcanzar un "reordenamiento fiscal" y que, aseguró, "va a impactar negativamente en la actividad económica".

"Va a haber una estanflación porque cuando hagas el reordenamiento fiscal va a impactar negativamente en la actividad económica", adelantó Milei en declaraciones formuladas a Radio La Red.

Milei explicó que por ese motivo "la única billetera que va a estar abierta", en relación a los fondos que permitirá destinar a la estructura del Estado, será para el nuevo Ministerio de Capital Humano, que reunirá a las áreas de Educación, Trabajo, Salud y Desarrollo Social, con el objetivo de "dar contención a los caídos" por las medidas económicas de su gobierno.

El término "estanflación" alude a la conjunción de las palabras "estancamiento e inflación" y significa que los precios se mantendrán en alza, a un ritmo acelerado, y que la actividad económica del país sufrirá una caída.

"La inflación tiene que ver con lo que vos hiciste en política monetaria hace 24 meses y eso ya fue decidido, ya fue hecho. La política monetaria actúa con rezagos", mencionó.

En ese sentido, aseguró que la inflación "va a seguir alta porque es el resultado del descalabro que hizo este gobierno".

"Estamos creando todos los mecanismos para detener la emisión de dinero para que en un lapso de entre 18 a 24 meses (se pueda) terminar con la inflación. Esa es la evidencia empírica del caso argentino. La convertibilidad, que funcionaba bajo esa misma regla, tardó 20 meses", agregó en referencia al plan puesto en marcha a comienzos de la década del 90 y que estableció una paridad de uno a uno entre el valor del peso y el dólar estadounidense.