Germán Molina fue un veterano ypefiano que se arraigó en Challacó. Y allí participó de la vida del club que formó parte de la Liga Huincul donde dejó una huella imborrable por la calidad de sus equipos y de sus jugadores. El contó parte de la historia.

“Le voy a nombrar un equipo que fue Campeón. En el año 71/72 le ganó 1-0 a Club Plaza. Ele quipo formaba con Héctor "Porra" Rodríguez, un arquero que trajeron de Neuquén. Atrás jugaba Babuin Carrasco, y Adolfo Riquelme. En el mediocampo iba con Briceño, Barrionuevo y había venido un jugador de Mendoza, Mauricio Fernández. Adelante iba Arriagada, un 7 de primer nivel, Héctor Rojas, otro gran jugador, el "Lechón" Arévalo y la pareja izquierda era el "Tato" Salas y el "Zurdo" Rodríguez. Marcaron una época.

Había dos hermanos. "Zurdo" Rodríguez y el "Mascota" Rodríguez. Yo los fiché en la tercera y el técnico de la tercera, era un tal Bustamante y yo iba todos los partidos a colaborar con ellos.

Un día en la cancha de Plaza se estaba jugando el campeonato de tercera división. Plaza y Challacó eran los candidatos y terminó el primer tiempo ganando Plaza 2 a 0. Bustamante estaba con la vena porque había llegado con el equipo invicto hasta ese lugar y que pierdan en la última fecha... entonces, me dice 'Ché Germán, qué hacemos. los otros pibes no me gustan cómo andan y de los que están adentro hay 2 o 3 que hay que sacar'. Y le digo 'por qué no ponés a Mascota y a Julio, si te van a dar buen resultado’. Me dice: ‘ no, mirá las canillitas que tienen. Los van a quebrar a esos pibes. No, no. Entonces dice los voy a poner pero si algo les pasa, los saco enseguida. Bueno, los puso… la rompieron. Hizo 3 goles “Mascota” y 3 goles “Zurdo” Rodríguez. Ganaron 5-2 y salieron campeones.

El jugador que más me gustó fue Miguel Olea. Que jugó en Racing de Buenos Aires. Jugaba de segundo marcador central. Miguel se fue a la Escuela de la Armada como marino y un día lo trasladaron a Buenos Aires, se probó en Racing y lo dejaron. Pero le dijeron: ‘mirá te dejamos, vas a tener que jugar en Racing pero tenés que dejar la marinería´. El habló con la familia y dijo ‘no, porque en Racing puedo jugar un año, dos años, capaz que después no ando y quedo afuera en cambio acá tengo trabajo seguro’. Ese Olea era un jugadorazo.

Todo el mundo nos preguntaba a nosotros, por qué Challacó tenía tan buenos equipos. La respuesta que teníamos era que cuidábamos las inferiores. Yo, mi hermano y mi cuñado andábamos siempre por los barrios, porque acá en todos los barrios se jugaba al fútbol con la pelota de trapo, la de cuero y cuando veíamos a alguno de buen pie lo íbamos a buscar. La tercera siempre era campeona por esa razón.