Hace cinco años, el equipo de Marcelo Gallardo vivió su gran año de enfrentamientos ante su clásico rival. Sobre cinco encuentros ganó 4 y empató uno, y el de la Supercopa en Mendoza del 14 de marzo de 2018 fue el punto de inflexión que terminaría con la coronación en la Libertadores en el estadio Santiago Bernabeu.
El 2018 no es uno más para la historia grande de River Plate, ya que ese año quedó marcado por los exitosos enfrentamientos ante su eterno rival, Boca Juniors, que sólo depararon alegrías que quedarán por siempre en el recuerdo del hincha.
Y como todo tiene su principio, la noche del 14 de marzo de 2018, en la provincia de Mendoza, se antoja como un anticipo del clímax riverplatense en la gesta del 9 de diciembre en Madrid. Este martes se cumplen cinco años de la obtención de la Supercopa Argentina, la primera de la dos finales ganadas a Boca.
El River de Marcelo Gallardo transitaba un camino sinuoso a principios de 2018. Más allá de haber logrado un éxito ante Boca en el comienzo del año (1-0, gol del colombiano Rafael Borré) no dejaba de ser tan sólo un amistoso.
En el campeonato local, el club de Núñez ofrecía una versión deslucida y por lo tanto llegó de punto para el cruce ante el "Xeneize" en Mendoza.
Boca, campeón del torneo de primera división, y River, ganador de la Copa Argentina, se dieron cita para la segunda final entre ambos, luego de la recordada victoria azul y oro con el gol "fantasma" de tiro libre de Rubén "Chapa" Suñé, en la cancha de Racing Club, en el Nacional de 1976.
River formó con Franco Armani (una de las dos flamantes incorporaciones junto con Lucas Pratto); Gonzalo Montiel, Jonatan Maidana, Javier Pinola y Marcelo Saracchi; Ignacio Fernández, Leonardo Ponzio, Enzo Pérez y Gonzalo Martínez; Pratto y Rodrigo Mora.
El Boca de Guillermo Barros Schelotto salió a la cancha con Agustín Rossi; Leonardo Jara, Paolo Goltz, Lisandro Magallán y Frank Fabra; Nahitán Nández, Wilmar Barrios, Pablo Pérez; Cristian Pavón, Carlos Tevez y Edwin Cardona.
River se puso en ventaja con el gol de penal del "Pity" Martínez, a los 17 minutos del primer tiempo, y estiró la diferencia con el tanto del ingresado Ignacio Scocco, a los 25 de la segunda etapa, como consecuencia de una notable conducción de "Nacho" Fernández, para la gambeta y el centro del "Pity".
El "Millonario" dio un golpe en la mesa en el Malvinas Argentinas, el escenario de valiosas victorias en la gestión de Gallardo, quien en la conferencia de prensa se animó con una frase "Ramoniana".
"Tengo que sincerarme. Estos dos meses, en los que nosotros veníamos jugando muy mal, fueron parte de la estrategia. Nosotros sabíamos como jugaba Boca y ellos no sabían cómo jugábamos. Fue parte de la estrategia jugar mal estos dos meses para ganar el partido más importante que teníamos en el semestre", lanzó el "Muñeco" con un claro dejo de ironía.
Gonzalo Pity Martnez festeja su gol el primero del partido Foto Alejandro Santa Cruz
Gonzalo "Pity" Martínez festeja su gol, el primero del partido. (Foto: Alejandro Santa Cruz)
Ese título resultó el octavo de Gallardo en River, que lo dejó a uno de Ramón Díaz, y en el resto de su etapa obtuvo seis más.
River tuvo a "Pity" Martínez, "Nacho" Fernández y Scocco como figuras, pero también se destacó Armani con atajadas clave, en un anticipo de lo que sería su mejor año en River, lo cual mereció su lugar en el Mundial de Rusia 2018 con el seleccionado argentino que tenía Jorge Sampaoli como entrenador.
En la tierra del vino, River se emborrachó de gloria. Empardó los enfrentamientos con Boca en finales y, sin saberlo, dio inicio a una serie de cruces victoriosos ante el eterno rival con la coronación en Madrid, a fin de año, para ganar su cuarta Copa Libertadores.
En 2018, River enfrentó cinco veces a Boca con cuatro victorias (1-0 amistoso en Mar del Plata; 2-0 Supercopa Argentina; 2-0 campeonato de primera división y 3-1 revancha de final de Copa Libertadores) y un empate (2-2 en la ida de la final de Libertadores, en La Bombonera).
En Mendoza, el equipo de Gallardo escribió la primera hoja de un capítulo dorado que culminó en Madrid, con la victoria más importante en la historia riverplatense.
