Boca Juniors se adjudicó la cuarta Copa Argentina de su historia al imponerse en definición por tiros penales a Talleres, de Córdoba, por 5 a 4, luego de igualar 0 a 0 en los 90 minutos regulares de la final disputada en el estadio Único-Madre de Ciudades, de Santiago del Estero, siendo éste el primer título que consigue de la mano de Sebastián Battaglia como entrenador.
El último tiro, ejecutado por Eduardo Salvio, que había ingresado en el minuto final de partido, desató la locura en las tribunas del moderno estadio de Santiago del Estero, donde 30 mil simpatizantes de ambas hinchadas vibraron con un encuentro que dejó poco en cuanto a nivel futbolístico.