El partido de séptima división Río Grande y Atlético Neuquén finalizó entre amenazas e intentos de agresión. El partido se disputó en Ciudad Deportiva de Neuquén capital.
El fútbol de las categorías formativas en Neuquén capital ha vuelto a ser rehén de la intolerancia y la agresión de los adultos. Este fin de semana, un partido de divisiones inferiores entre Río Grande y Atlético Neuquén, por la Liga de Fútbol de Neuquén (LiFuNe), culminó en un clima de extrema tensión con amenazas e intentos de intercambio de golpes entre los asistentes.
El lamentable episodio tuvo lugar en el predio de Ciudad Deportiva y, según testigos, el conflicto se desató por fuertes reclamos hacia la terna arbitral. Los allegados de Atlético Neuquén fueron quienes más hicieron sentir su voz, alegando un mal arbitraje que derivó en la amonestación de diez de sus jugadores.
Hubo jugadores de Atlético Neuquén visiblemente nerviosos. Uno de ellos, intentó pasar por sobre el alambrado para ir a buscar a alguien. Posteriormente, una mamá agredió con "cachetadas" a un jugador.
También hubo un padre que ingresó al campo de juego que encaró a los árbitros y les reclamó de mala manera por alguna cuestión que no quedó clara. Todo el momento de violencia quedó grabado en videos que circularon en redes sociales.
