El delantero de 20 años, que sufrió lesiones en el pasado y venía con poco rodaje, fue el héroe en el 1-0 contra Boca, de visitante, y volvió a estar en el centro de la escena. El Muñeco lo tiene en la lista para la Copa Libertadores.
Sin dudas viene construyendo una carrera ascendente Tomás Nasif, el goleador cordobés de Villa del Totoral. A pesar de los problemas, a pesar de esas lesiones que por momentos erosionaron su entusiasmo.
Desde los tiempos en Octava División, cuando ya supo qué era convertir en un Superclásico, el futbolista de 20 años de River viene exhibiendo sus cualidades. Y este domingo, después de años de “dos lesiones muy duras” y poco rodaje ante la irrupción de otros futbolistas como Agustín Ruberto o Ian Subiabre, volvió a estar en el centro de la escena riverplatense.
Alguna vez, mientras empezaba a sobresalir en las Inferiores del club de Núñez, dijo el delantero que “hacerle goles a Boca es lo mejor que te puede pasar como jugador de fútbol” .
Y ahora, con un golazo en el Boca Predio, ratificó aquellas palabras para darle una nueva victoria al equipo que conduce Marcelo Escudero, puntero invicto en el torneo de Reserva.
“Esperé este momento toda mi vida. Trabajé mucho, tuve que pasar muchas cosas. Este es el premio al trabajo. Me tocó pasar por dos lesiones muy duras, dos años sin jugar. Estar acá y hacer el gol de la victoria es un premio muy lindo”, sostuvo tras el clásico en Ezeiza.
Nasif no venía con continuidad. Sólo había jugado un puñado de minutos este año. Pero este domingo, cuando ingresó por Subiabre en el cuarto de hora del complemento, solo 15 minutos le bastaron para demostrar que su calidad está vigente. Encaró por izquierda, llegó al fondo y cuando parecía que se le iba, cuidó la pelota para luego definir con mucha calidad ante la salida de Sebastián Díaz Robles.
“Que esté Marcelo es una inyección anímica. Nosotros estamos trabajando para estar cuando nos necesite”, contó quien inició su carrera en el Club Juventud Sportiva Totoral y llegó a River en 2015.
Martín Demichelis lo incluyó en la lista de buena fe de la Copa Libertadores. Y Marcelo Gallardo sabe que tiene en él, el chico de la camiseta número 37, una carta brava más dentro de un mazo de jerarquía para buscar una nueva Libertadores.