Edgar, hijo de Tarrino Solana, estuvo en el acto por los 104 años del CAPH y participó con Delia, su mamá y esposa del ex jugador y dirigente, del descubrimiento de las placas recordatorias. "Parte de sus cenizas, él siempre decía que quería que sean tiradas acá en este club", señaló.
"Soy hijo de Tarrino, pasé mi adolescencia acá, todos los que nos conocen con el tema del deporte, el fútbol, nos criamos acá, no hay baldosa que no haya pisado en esta institución, hasta está el mismo buffet muchas cosas", dijo.
"Hacía rato que no entraba en este sector me trajo muy lindos recuerdos. Acá sobre todo nosotros, mi familia aprendimos muchas cosas lindas, muchos códigos de barrio, de gente, estoy viendo gente que vi cuando era muy chico y de hecho mi papá nos hizo amar este club y por eso también parte de su ceniza él siempre decía que quería que sean tiradas acá en este club. Gracias al Patito Rivas y a toda la gente que está siempre acá en este club", desatacó.
Edgar afirmó que "seguimos perteneciendo y nos sentimos muy queridos por esta institución. Agradecerles de vuelta y mi familia también y acá crecimos, acá crecí como dije antes no hay baldosa que no haya pisado acá, fueron muchos años. Y acá aprendí casi todo, todo lo que me pudieron enseñar no solamente mi papá, sino que acá también mis abuelos venían a jugar al mus".
"Acá aprendí todos los deportes, desde lo que había, ping pong, pool, metegol, básquet. Sabemos hacer de todo, la camada nuestra, vivíamos acá adentro y gracias a Dios nos criamos en esa época. Así que quiero agradecer el nombre de mi familia por el reconocimiento del viejo que él amaba mucho este club", cerró.