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Violeta y Francisco, de 12 y 13 años, intervinieron sin dudar al ver a tres kayakistas en peligro. Con su tabla de stand up paddle, remolcaron al grupo y a un vecino que se había agotado intentando rescatarlos.


Una dramática jornada de Día de la Madre en el lago Correntoso terminó en un emotivo acto de coraje juvenil, crucial para el salvamento de cuatro personas. Violeta (13) y Francisco (12), residentes de Villa La Angostura, se convirtieron en héroes al asistir a tres kayakistas en apuros y a un adulto que intentó socorrerlos, en una proeza que conmovió a la comunidad.

La secuencia comenzó cuando los dos jóvenes, que disfrutaban del agua con su tabla de stand up paddle (SUP), se percataron de que tres navegantes estaban en serios problemas en el centro del espejo de agua. Inicialmente se acercaron para ayudar, pero al notar que el movimiento de las embarcaciones amenazaba con volcar su propia tabla, tomaron una decisión vital: regresar a la costa a toda velocidad para pedir auxilio y conseguir chalecos salvavidas.

“Ellos fueron los primeros en darse cuenta, asistirlos, y al entender que podían tumbarlos, regresaron desesperadamente a la orilla para dar la alarma y llevarles dos salvavidas a los kayakistas”, relató Myriam Sucarrat a Diario Andino, una vecina que fue testigo de los hechos.

El valiente adulto que perdió las fuerzas

Mientras los menores remaban de vuelta, los adultos en la costa reaccionaron a la alarma. Entre ellos se encontraba Mariano Giraldi, un vecino que tomó su propio kayak y se lanzó al agua para intentar asistir a los náufragos.

Con un esfuerzo titánico, Giraldi logró alcanzar y sujetar a las tres personas, pero pronto el desgaste físico comenzó a hacer mella. El propio rescatista contó después, visiblemente exhausto, que tuvo que remar de espaldas porque el arrastre de las tres víctimas le impedía maniobrar su propia embarcación.

Fue en ese momento crítico cuando Violeta y Francisco retornaron al punto del incidente, equipados con los salvavidas. Al ver al vecino exhausto e incapaz de continuar, utilizaron su tabla SUP como balsa de rescate de emergencia: ataron una soga y comenzaron el remolque.

“Violeta y Fran terminaron salvando a todos porque Mariano, que ya no podía más, se aferró a la soga de la tabla SUP y les rogó a los chicos que los remolcaran. Ellos fueron los que trajeron a todos, arrastrándolos con su tabla hasta donde pudieron hacer pie”, detalló la testigo Sucarrat.

Durante los tensos minutos finales, todos los presentes alentaban a los adolescentes, mientras Mariano los animaba gritando: “¡No paren de remar, ya llegamos!”.

Una vez en tierra firme, las personas rescatadas fueron abrigadas con ropa seca y toallones. Los adolescentes, aunque exhaustos y con dolores en las muñecas por el esfuerzo, continuaron colaborando.

“Violeta y Fran exhibieron un valor y un compromiso admirables. Son dos chicos que no dudaron un segundo en poner su fuerza y coraje al servicio de los demás”, concluyó emocionada Myriam Sucarrat, destacando que los jóvenes se han convertido en los indiscutibles héroes de la jornada en Villa La Angostura.