El descubrimiento fue posible gracias a una investigación interdisciplinar realizada junto con el laboratorio de investigación de aguas y arcillas de la Unco, Conicet y la doctora en Hidrología Médica, Ana Monasterio.

“Neuquén es muy rica en recursos mineromedicinales: tiene gran variedad de aguas, fangos, algas y vapores. El termalismo representa un baluarte para la provincia”, aseguró la doctora en Hidrología Médica, Ana Monasterio, quien junto a las docentes e investigadoras del Laboratorio de Aguas y Arcillas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue (Unco), realizó el reciente estudio de las aguas del Lago Caviahue en el que se confirmó la presencia de componentes con propiedades terapéuticas que permitirán, en el futuro, el uso medicinal de sus aguas, ampliando el desarrollo turístico de las termas neuquinas y jerarquizándolas como una de las tres mejores del mundo.

Monasterio aclaró que, si bien este estudio del Lago Caviahue “no es el primero que se realiza”, sí lo es desde la especialidad a la que ella se dedica.

“Desde la Hidrología Médica se puede definir que el agua del Lago Caviahue se puede utilizar a futuro en terapias tópicas como osteoarticulares o dermatológicas”, indicó la especialista, y agregó que se puede usar también “como agua mineromedicinal aunque en Argentina aún no está legislada su utilización y por ello se está trabajando en un proyecto de ley sobre turismo termal”.

La especialista señaló que la medicina termal no sólo debe estar dirigida a personas que padezcan dolencias, sino que debe ser incorporada como una medicina preventiva y también de rehabilitación.

“La naturaleza nos da el recurso con el cual sanarnos”. La medicina termal aborda a la persona como un ser integral en todas sus dimensiones: biopsicosocial.

“El termalismo nos da lo ´bio´ a partir de los minerales que nos aporta; lo ´psico´ porque está comprobado que también actúa sobre el sistema nervioso -simpático y parasimpático- además de darse en un entorno de naturaleza, amigable y ameno; y lo ´social´ porque no estamos solos”, describió Monasterio.

“Podemos restaurar nuestro cuerpo a través de la naturaleza y de las termas”, concluyó.

La investigación de la universidad pública neuquina tiene un impacto directo en la comunidad

Luego de la publicación del reciente estudio que confirmó, a partir de su caracterización físico-química, las propiedades terapéuticas de las aguas del Lago Caviahue, las docentes e investigadoras del Laboratorio de Aguas y Arcillas de la Facultad de Ingeniería de la Unco brindaron más detalles sobre el trabajo realizado en las termas de Caviahue-Copahue.

“Nosotros hicimos un análisis físico-químico de las aguas del Lago Caviahue. Esto significa que yo te puedo decir qué hay disuelto en el agua, qué iones hay y en qué cantidad”, indicó Eugenia Roca jalil, doctora y profesora de química, a cargo del Laboratorio. Además, agregó que para el estudio del Lago Caviahue “fuimos nosotras a tomar las muestras, lo hicimos con Ana Monasterio que nos acompañó y nos indicó los lugares. Realizar todo el muestreo fue un nuevo avance en el conocimiento de cómo hacer estas caracterizaciones en ese sistema en particular”.

La investigadora, formada en la universidad y docente de futuros profesionales, consideró que el estudio realizado es el resultado de un trabajo interdisciplinar, que sigue los pasos de la doctora en química Miria Baschini, quien inició las líneas de trabajo hace 20 años y dejó su legado a las nuevas generaciones.

“Se necesita mucha gente que sepa de distintas cosas para tener una foto completa de lo que implica el sistema Copahue-Caviahue que es maravilloso. Sí o sí se necesita es un trabajo interdisciplinario: Médicos, geólogos, químicos, todos trabajamos en ese sistema siempre colaborando”, valoró Jalil.

Por último, remarcó que “las investigaciones que uno gesta en la universidad, las que uno propone trata de que tengan un impacto inmediato en la sociedad, porque para eso investigamos. Hay muchas líneas de investigación en la facultad que intentan hacer y desarrollar materiales que tengan un impacto directo en salud y en el ambiente, que es quizás lo que más nos preocupa hoy”, concluyó Jalil.

Estudios sobre fangos y algas

En la actualidad hay varias investigaciones en marcha a cargo de docentes, profesoras y becarias de Conicet.

Al respecto Miria Baschini señaló que “ellas son las herederas, porque actualmente yo me jubilé, y están siguiendo líneas de investigación que son esenciales: Micaela Sánchez está haciendo su trabajo de tesis doctoral sobre fangos; Eugenia Roca Jalil está centrada en el tema de las aguas y está a cargo del laboratorio y Betina Gramisci trabaja fuertemente con el tema de las algas, que es un tema nuevo y que es súper importante porque está analizando el potencial desarrollo de crecimiento por fuera del sistema termal y viendo cómo se las puede hacer crecer, además de que las está caracterizando y evaluando sus propiedades”, enumeró.

Baschini aseguró que la mayoría de su trabajo se centró en el sistema Caviahue-Copahue pero que ansía ver el avance de los trabajos en Domuyo. “Hay un potencial enorme con las algas de Domuyo, y ya hay una formación profesional inmensa para poder hacerse cargo de abordar ese sistema”, concluyó.