Aunque la nieve ensucia y castiga duramente a quienes no tienen gas o aquellos que se calefaccionan con leña, hay otros vecinos que disfrutaron los desniveles para deslizarse. Esta vez, quizás porque había poca cantidad, fue menos utilizado el zanjón, pero los laterales de las vías del ferrocarril, cerca de la Casa de la Historia, alcanzaron.