Los trabajadores del EPAS aún no finalizaron el arreglo de la Bomba 1 y vecinos de las ciudades volvieron a reclamar por la baja presión.
Pero ahora la situación tiene un nuevo condimento: se quemó uno de los aparejos del puente grúa y, hasta que no se repare, no se puede bajar la bomba que pesa unos 9 mil kilos.
Para ser más precisos, se debe terminar de reparar la bomba N° 1 y, una vez que esté lista, se debe contar con el puente grúa reparado para poder bajarla hasta el río.
Mientras tanto, el sistema de Buena Esperanza continúa trabajando al 50%. La escasez de agua se traduce en que los vecinos que no tienen reservorio a ras del piso no tienen suministro de agua potable aunque los cortes no son totales sino parciales.
"Seguimos teniendo 2 cortes diarios y, con las bajas temperaturas, bajó el consumo. Hoy no hay nada de presión de agua desde que volvieron a largar, tipo 19. El corralón desconoce el motivo", dijo un vecino de Central este miércoles en la tarde.