“En el alto de un morro, al lado de una mata verde”. Esa era la instrucción para comenzar a perforar el Pozo 1 que dio el Geólogo Juan Keidel a Enrique Cánepa. Era septiembre de 1.915. Dos meses después, en noviembre, arribó al lugar Juan Soufal, mecánico, herrero y ajustador. Bajó del tren acompañado de sus hijos y su esposa Ana. Descendieron en el kilómetro 1.297, era tarde y esa noche se cobijaron debajo de la alcantarilla.