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Un dosier del INDEC revela una tendencia histórica: la mitad de los hogares ya no tiene menores de 18 años. El fenómeno, que se acelera desde hace una década, coincide con una alta concentración de la infancia en los estratos de menores ingresos.

En el marco del Día Mundial de la Infancia (20 de noviembre), el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió un dosier estadístico que expone una profunda transformación demográfica en Argentina. La tasa de natalidad se ha reducido prácticamente a la mitad desde 2014, un descenso acelerado que se condice con tendencias internacionales.

La estadística más impactante señala que, actualmente, solo el 45% de los hogares de todo el país tiene un menor de 18 años entre sus miembros. Este valor marca un mínimo histórico si se compara con 1991, cuando más del 56% de los hogares albergaba niños, niñas o adolescentes (NNyA).

El colapso de la tasa de natalidad

El punto de quiebre se identifica en el año 2014. Mientras que la tasa de natalidad se mantuvo estable alrededor de 18 a 19 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes entre 2000 y 2014, a partir de ese momento inició un declive ininterrumpido. Para el año 2023, la tasa se ubicó en solo 9,9 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes, lo que representa la reducción a la mitad de los niveles de principios de siglo.

Esta disminución se explica por la conjunción de dos factores: el descenso de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Un dato que refuerza esta tendencia es la drástica reducción del embarazo adolescente, cuya tasa cayó de 33,7 en 2014 a 13,7 en 2021.
Infancia concentrada en los quintiles más pobres

Más allá de la demografía, el informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) revela una preocupante relación entre la presencia de menores y la situación económica de las familias:

·Vulnerabilidad: Casi 6 de cada 10 hogares con NNyA pertenecen a los quintiles de menores ingresos del país.

·Contraste social: En el segmento más vulnerable de la población (los hogares del quintil más pobre), el 72,4% tiene menores de edad. En el extremo opuesto, solo el 17% de los hogares del quintil de mayores ingresos tiene NNyA.

Aunque la proporción de hogares con menores varía según la región (siendo el NOA el de mayores porcentajes, superando el 50%), el patrón de concentración se mantiene. Dentro de los hogares con menores, la distribución es bastante equitativa entre aquellos con solo un menor (42,5%) y los que tienen dos (39,8%).