Las oficinas del Ente Provincial de Aguas y Saneamiento (EPAS) suspendieron nuevamente la atención al público luego de un incidente de agresión contra sus empleadas. Este suceso, que se produce en el marco de un conflicto laboral, motivó a los trabajadores a exigir medidas de seguridad urgentes.
La suspensión de actividades se llevó a cabo tan solo un día después de que se dictara una conciliación obligatoria entre la entidad y los empleados, quienes venían reclamando la falta de personal. Un representante de ATE, Nicolás Lozdan, advirtió que la atención no se restablecería hasta que se solucionaran tanto el problema de personal como el de seguridad.
Según lo reportado, un hombre agredió verbal y físicamente a una de las dos empleadas que trabajan en la oficina de la calle Santiago del Estero, lo que llevó a la inmediata suspensión de la atención para salvaguardar la integridad del personal.
En respuesta a la situación, el secretario de ATE, Nicolás Lozdan, se reunió con el presidente del EPAS, Gustavo Hernández, para buscar una solución rápida que permitiera cumplir con la conciliación obligatoria. Se ha informado que Hernández se comprometió a reforzar la seguridad en el área de atención al cliente con la presencia de un agente de policía a partir del viernes. Esto podría permitir que los trabajadores reanuden sus funciones.
El conflicto de fondo se remonta a 2024, cuando los empleados del sector comercial del EPAS comenzaron a pedir la incorporación de más personal. Actualmente, solo dos trabajadoras se encargan de atender un promedio de 100 clientes por día, una situación que se agrava por las fallas en el sistema web de la entidad.