El presidente y la primera dama de Ucrania fueron acusados y criticados por frivolizar la guerra al hacer una producción de fotos en la revista de moda, mientras se registran fuertes combates en el territorio ucraniano disputado con Rusia.
La polémica sesión de fotos protagonizada por la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, en la revista de moda Vogue junto a su pareja, el presidente Volodimir Zelenski, generó repudio y numerosas críticas en las redes sociales al considerarla una frivolidad en medio de un conflicto bélico.
Sin embargo, el presidente y su mujer aseguraron que la entrevista y las fotos las realizaron con el fin de recaudar fondos y visibilizar la guerra.
Las imágenes fueron tomadas por la fotógrafa Annie Leibovitz -elegida por artistas y estrellas de Hollywood- y complementan un perfil de Zelenska en el que se mezclan conversaciones sobre su estilo y su experiencia como primera dama durante la intervención militar rusa en territorio ucraniano.
Según el Instagram de Vogue, el artículo titulado "Retrato de valentía" también aborda temas de la pareja presidencial, como "la vida en tiempos de guerra" y "sueños respecto al futuro de Ucrania".
Los lectores dejaron cientos de comentarios como "Esto de que posen en una zona de guerra no es de mi agrado...", "No hay que romantizar la guerra, Vogue" o "El país en guerra y la primera dama dando una entrevista a una revista de moda. No pueden ser más frívolos".
Académicos también aportaron su visión con respecto a la sesión de fotos protagonizada por el matrimonio presidencial ucraniano: "El conflicto en Ucrania ha sido sumamente mediatizado y muy manipulado también desde los medios occidentales. Las fotografías de Zelenski y su esposa en un campo de batalla son una falta de respeto importante a todas las víctimas" aseguró a la agencia de noticias Sputnik Michelle Balderas, especialista en asuntos internacionales del Grupo de Estudios Sobre Eurasia (GESE).
Por otro lado, Claudio Flores Thomas, experto en comunicación por la Universidad Iberoamericana y expresidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión Pública (AMAI) expresó a Página 12 que "Vogue trae un sello de lujo muy claro, dirigido hacia cierto tipo de público, y por eso hubo quien tomó la publicación como una forma de sensibilización hacia el conflicto. Sin embargo, también existen posturas muy críticas que apuntaron a la banalización de una tragedia. En un contexto en el que estamos, de altísima polarización mundial, creo que es un evento que no será aceptado de forma consensuada".