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La polémica adquisición de los cazas F-16 por parte del gobierno de Javier Milei vuelve al centro del debate, no por su costo u obsolescencia, sino por una cuestión de seguridad nacional. Se ha confirmado que dos exgenerales de la Fuerza Aérea de Chile están a cargo de la gestión logística, planificación y presupuesto de estas aeronaves sensibles dentro de la estructura de la Fuerza Aérea Argentina (FAA).

La decisión política de invertir en aviones de guerra, dejando de lado urgencias sociales como las de jubilados y discapacitados, culminó con la exhibición aérea de los F-16 sobre Casa de Gobierno. Sin embargo, este evento, que incluyó un polémico cántico militar de 1978 en referencia al conflicto del Beagle con Chile, se ve ahora ensombrecido por la presencia de personal extranjero en roles clave.

El rol clave de los directivos chilenos

La complejidad técnica y la falta de infraestructura propia de la FAA para mantener y operar los F-16 llevaron a la contratación del Sistema de Automatización Logística ILIAS (Integrated Logistic Information Automated System), una herramienta crucial para el sostenimiento del sistema de armas.

Los encargados de operar y gestionar este sistema vital, que dependen directamente de la Dirección General de Planes, Programas y Presupuesto de la FAA, son dos directivos de ILIAS que hasta hace poco eran militares activos chilenos:

·General (R) Leopoldo Porras: Retirado hace un año de la Fuerza Aérea Chilena.

·General de Brigada Aérea Francis Muñoz Covarrubias.

Ambos generales, en su rol de directivos de la empresa ILIAS, coordinan la planificación y el presupuesto de vuelo desde el noveno piso del Edificio Cóndor, sede central de la FAA. Esta situación plantea serias interrogantes sobre la vulnerabilidad de la información militar sensible argentina.

Secreto militar y riesgo de seguridad

La contratación del Sistema ILIAS y la compra de equipamiento para la Base Aérea de Tandil ($14 millones de dólares) están protegidas por una resolución firmada por el exministro Luis Petri en noviembre de 2024 que establece el secreto militar.

Este secretismo se vuelve particularmente inquietante al recordar un incidente ocurrido en Chile: en mayo de 2023, el Ejército de Chile sufrió un ciberataque que reveló documentos de estrategia militar. Estos archivos incluían detalles sensibles sobre una hipótesis de conflicto con Argentina a través de Tierra del Fuego, detallando la disposición de armamento y tropas en la frontera.

El hackeo reveló información pormenorizada sobre personal, equipamiento, y hasta la reacción esperada ante un hipotético avance de tropas argentinas.

El Contexto Político Chileno

La situación se complejiza con la proximidad de las elecciones en el país vecino. Existe una posibilidad de victoria del ultraderechista José Antonio Kast, quien en 2020 afirmó en redes sociales: "Argentina ya nos ha robado suficiente territorio a los chilenos. Espero que el Gobierno se ponga firme frente a los delirios expansionistas de la izquierda radical argentina”.

Tener a dos exmilitares chilenos al frente de la planificación, recursos e información de la Fuerza Aérea Argentina, en un contexto de antecedentes de conflicto y visiones políticas nacionalistas en el país vecino, despierta fundados temores sobre la protección de la soberanía nacional y la confidencialidad de la información estratégica militar argentina.