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La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó públicamente los beneficios para Estados Unidos del swap de divisas por US$20.000 millones firmado con el Banco Central de la República Argentina (BCRA). La funcionaria, perteneciente al entorno de Donald Trump, utilizó sus redes sociales para promocionar una visión del acuerdo como una "victoria" estratégica y financiera para Washington.

“Trump vuelve a ganar a lo grande con el intercambio de pesos argentinos”, escribió Leavitt, compartiendo un artículo de la economista Sarah Katherine Sisk, publicado originalmente en el sitio web de la Asociación de Ciudadanos Estadounidenses Maduros (AMAC).

Una "maniobra financiera rentable"

El artículo, escrito por Sisk, rechaza la noción de que el acuerdo con Argentina fuera un simple "rescate financiero". En cambio, lo presenta como una maniobra inteligente que beneficia la economía y la posición global de Estados Unidos sin generar pérdidas para sus contribuyentes.

"Lo que los críticos calificaron de simple rescate fue en realidad un acuerdo astuto y rentable que fortaleció la posición de Estados Unidos en el extranjero sin costar a los contribuyentes, como suele ocurrir con la ayuda exterior," se lee en el texto.

La economista enfatiza que el acuerdo generó ingresos para EE.UU. y consolidó su influencia, asegurando que lejos de ser una "transferencia unilateral de dinero", se ha perfilado como una "maniobra financiera rentable a corto plazo". Analistas incluso especulan que una porción del swap (alrededor de US$2.700 millones) pudo haberse destinado a compensar intervenciones cambiarias previas de EE.UU., y que Washington habría vendido billetes en pesos con ganancias, debilitando la narrativa del "rescate".

Un respaldo a las reformas de Milei

La óptica estadounidense vincula directamente la rentabilidad del swap con el apoyo al liderazgo de Javier Milei en Argentina.

Sisk sostiene que el acuerdo no inyectó dinero a un gobierno en crisis, sino que proporcionó un margen de acción a un líder que está "restableciendo la disciplina fiscal y estrechando lazos con Estados Unidos".

La economista ve el acuerdo como una apuesta astuta del presidente Trump, a quien califica como un "hábil negociador de riesgos calculados". Desde esta perspectiva, la operación con Argentina es catalogada como una "apuesta inteligente, una que ya está dando frutos", ya que otorga a Milei el espacio necesario para "continuar con esas reformas mientras el peso se mantiene estable".