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Documentos revelan que la relación contractual entre José Luis Espert y el empresario Fred Machado era mucho más profunda y anticipada de lo que el diputado había admitido. El 7 de junio de 2019, antes de inscribirse como precandidato presidencial, Espert firmó un convenio de "locación de servicios" con Machado (a través de Minas del Pueblo) por US$1 millón.

A pesar de que Espert afirmó haber cobrado solo US$200.000 en 2020 y haber interrumpido el trabajo por la pandemia, la redacción del contrato lo comprometía a cobrar US$100.000 de adelanto al momento de la firma y recibir nueve cuotas mensuales de US$100.000, un cronograma que coincidía con los meses de su campaña.

El acuerdo, firmado de puño y letra por ambos y certificado ante escribano, detallaba que Espert debía realizar un "análisis de mercado y el asesoramiento integral" para la refinanciación de deuda y la expansión de la minera. Aunque este punto coincidía con la versión pública de Espert ("asesoría como economista"), el documento imponía pautas poco convencionales y estaba redactado en primera persona, con frases como: "Como no todos los procesos de refinanciación son iguales considero que siempre deben estar presentes los siguientes puntos", sugiriendo una activa participación de Machado en la redacción de las tareas.

La Justicia de EE. UU. investiga a Machado por narcotráfico y lavado de dinero. Su empresa, Minas del Pueblo, también está bajo la lupa. La última entrevista de Espert, donde reconoció que la empresa era de Machado, reveló que no devolvió los US$200.000 porque, según su versión, ya había realizado una parte "gorda del trabajo".