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La derogación de sanciones económicas a empleadores que mantienen a sus trabajadores sin la debida registración, una medida incluida en la Ley Bases promovida por el gobierno de Javier Milei, ha generado un fuerte impacto en el mercado laboral. Críticos señalan que esta política, impulsada a pedido del sector empresarial, incentivó la precarización, cuyas consecuencias ya se reflejan en las estadísticas.

Según el más reciente Informe Panorama del Empleo Informal y la Pobreza Laboral (elaborado conjuntamente por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política - UBA - Conicet), el fenómeno del "trabajo en negro" escaló a su punto más alto en los últimos 17 años, afectando al 43,2% de la fuerza laboral en septiembre.

Cuatro de cada diez trabajadores desprotegidos

La cifra significa que más de 4 de cada 10 empleados carecen de cualquier tipo de cobertura por parte de los sistemas de seguridad social, impuestos o leyes laborales. En comparación con el año anterior, la informalidad creció 1,6 puntos porcentuales durante el tercer trimestre.

El informe también destaca la severa "penalidad de ingresos laborales" que sufre este segmento:

·Un trabajador informal percibe un ingreso promedio 44% menor al de su par registrado, incluso cuando ambos comparten características personales (edad, sexo, educación) y laborales (rama de actividad, categoría, tamaño de la empresa).

·Esto implica que, si un trabajador formal ganara $100.000 mensuales, un colega idéntico en el mercado informal solo obtendría aproximadamente $56.000.

Perfil de la informalidad en el mercado ocupacional

La tasa de empleo no registrado varía según la modalidad de ocupación. Si bien la informalidad más numerosa se da entre los asalariados (que representan el 63% del empleo informal total), la mayor incidencia porcentual se concentra en los trabajadores por cuenta propia, con una tasa del 62,5%.

Por otra parte, la informalidad entre los asalariados se situó en el 37,7%, mientras que la de los empleadores o patrones fue del 22,2%.
La juventud y el final de la carrera, los más afectados

El estudio pone de relieve que la incidencia de la informalidad no es pareja entre los distintos grupos etarios, sino que afecta desproporcionadamente a los extremos de la vida laboral:

·Jóvenes (16 a 24 años): Experimentan la tasa más alta, alcanzando el 63%. Esto significa que casi 6 de cada 10 jóvenes son informales, lo que evidencia las profundas barreras que enfrenta este grupo para ingresar a empleos de calidad.

·Trabajadores mayores (65 años o más): También enfrentan una alta tasa, situada en el 51%.

·Población media (25 a 44 años): Registra una incidencia del 41,4%.

·Trabajadores de 45 a 64 años: Este grupo goza de la tasa de informalidad más baja (34,5%), coincidiendo con la etapa de mayor consolidación profesional.