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La industria petrolera de Santa Cruz enfrenta su peor crisis en años, con la pérdida de al menos 4.000 empleos en lo que va del 2025. La principal causa es la decisión de YPF de retirarse de la provincia después de 80 años de operaciones para concentrarse en Vaca Muerta, lo que generó un vacío laboral crítico.

Cifras y consecuencias de la crisis

El dato más alarmante fue proporcionado por el Sindicato de Petroleros Jerárquicos, cuyo secretario general, José Lludgar, confirmó el despido de 1.800 empleados de mandos medios y superiores, un segmento que rara vez se ve tan afectado en los recortes. La salida de YPF implicó la devolución de diez áreas productivas a la provincia, que ahora busca licitarlas a nuevas empresas.

A pesar de que YPF acordó dejar equipos para tareas de saneamiento y cierre de pozos, un proyecto que genera empleo temporal para algunos de los despedidos, los sindicatos señalan que esto no es una solución a largo plazo. "No la estamos pasando bien", admitió Lludgar, destacando que estas labores de remediación son un paliativo limitado que no compensa los miles de puestos perdidos en la producción activa.

Futuro incierto para los trabajadores

La esperanza de reactivación se centra en las seis empresas que han mostrado interés en las áreas revertidas. Sin embargo, el panorama es complejo, ya que YPF operaba con pérdidas en la provincia y el precio del barril de petróleo se mantiene estancado alrededor de los US$60.

Mientras los trabajadores despedidos sobreviven con sus indemnizaciones, los gremios, liderados por Rafael Güenchenen y José Lludgar, exigen soluciones urgentes para evitar que la crisis se profundice. La pregunta que hoy se hacen los trabajadores en la región es qué sucederá una vez que los fondos de las indemnizaciones se agoten.