De acuerdo con la evaluación de diferentes economistas, las transferencias del Estado nacional podrían tener una fuerte caída en términos reales. La respuesta a este panorama no será uniforme, tanto por las distintas situaciones de las administraciones como por las estrategias a elegir, que se reducen a la combinación de tres variables: recortes de gastos, aumentos de impuestos y, en menor medida, endeudamiento.
Por Marcelo Bátiz
Las provincias y la Ciudad de Buenos Aires deberán adecuar su situación fiscal a un 2024 en el que las transferencias del Estado nacional podrían tener un aumento nominal inferior a la inflación, es decir una caída en términos reales, de acuerdo con la evaluación de diferentes economistas.
La respuesta a un nuevo panorama en el que, de acuerdo con las palabras del presidente Javier Milei, "no hay plata", no será uniforme, tanto por las distintas situaciones de las administraciones como por las estrategias a elegir, que se reducen a la combinación de tres variables: recortes de gastos, aumentos de impuestos y, en menor medida, endeudamiento.
En un esquema de relaciones fiscales en el que gran parte de los ingresos provinciales depende de transferencias nacionales, la estanflación anticipada por el presidente desde antes de su asunción afectará de manera directa a la recaudación impositiva y, en consecuencia, los envíos por Coparticipación, a lo que debe añadírsele la decisión de restringir los giros no automáticos o discrecionales.
Al respecto, Verónica Sosa, de Economía & Ética, pronosticó para 2024 una caída del Producto Bruto Interno (PBI) "del 2,5% al 2,7%" que impactará en las transferencias directas, aunque esa baja se compensará "parcialmente por la mayor aceleración inflacionaria".
"Puede ser que las transferencias (automáticas) a provincias caigan en términos reales, no tanto como en los últimos meses por el impacto de las reformas de (el ex ministro de Economía, Sergio) Massa, pero sí pueden estar cayendo en términos reales de 2% a 5% por mes", previó en declaraciones a Télam.
Sosa advirtió que la situación viene de arrastre, ya que esos envíos "no solamente cayeron en los últimos meses por el impacto de las medidas de Massa, sobre todo el tema de Cuarta Categoría en Ganancias y la devolución del IVA, que son los dos grandes impuestos que se coparticipan a provincias; porque las transferencias ya caían en términos reales en el segundo semestre por la propia desaceleración de la actividad económica".
Al respecto -y si bien aún se desconoce la inflación de diciembre- los números de 2023 dan cuenta de una caída de las transferencias de la Nación a las 24 jurisdicciones subnacionales en términos reales.
Las transferencias automáticas (Coparticipación, un conjunto de leyes especiales y las compensaciones por el Consenso Fiscal) alcanzaron el año pasado a 14 billones 365.845 millones de pesos, con un incremento nominal del 120%, inferior a la inflación promedio proyectada, al igual que las discrecionales o no automáticas, con 2 billones 53.954 millones de pesos y un alza interanual a valores corrientes del 135,5%.
Pero la caída fue más pronunciada en diciembre, en el primer caso por el efecto de las reformas en Ganancias y la devolución del IVA, además de la retracción de la actividad económica, y en el segundo por las restricciones iniciadas por Milei luego del 10 de diciembre y una atenuación de los giros en el último tramo de la Presidencia de Alberto Fernández.