Marcelo Bruffal, de 27 años, relató que el violento episodio tuvo lugar el jueves por la tarde y quedó registrado por una cámara de seguridad. Las imágenes muestran cómo un móvil policial que circulaba por la calle se detiene al escuchar la exclamación "¿Qué pasa?" del joven, y luego retrocede.

Según la denuncia radicada en la División Asuntos Internos de la Policía, tres uniformados descendieron del vehículo con sus armas a la vista. Tras un breve intercambio de palabras, uno de los policías se abalanzó sobre Bruffal, lo tomó del cuello y lo arrojó con violencia al suelo, provocándole la fractura de una rodilla en la caída. La secuencia grabada por la cámara no evidencia ninguna agresión previa por parte del joven hacia los oficiales.

Tras la agresión, Marcelo fue trasladado a dependencias policiales, luego al médico policial y finalmente liberado. "Había llegado de trabajar y me puse a sacar las ramas del árbol, como me pidió mi mamá. Estaba hablando con mi hermana cuando dije ‘¿Qué pasa?’ y justo pasaba el móvil. No pensé que fuera para ellos”, contó el joven.

Bruffal denunció que los policías lo increparon acusándolo de insultarlos, a pesar de que él asegura solo estar trabajando. "Después se subieron de nuevo al patrullero, pero uno volvió, me agarró de atrás, me tiró al piso y ahí sentí cómo me rompí la rodilla", afirmó. También señaló que su hermana, quien intentó intervenir, fue empujada por los agentes. Testigos habrían oído a uno de los policías exclamar: "¿Qué bardeás, cagón de mierda?" mientras lo agredía.

La fiscal a cargo de la investigación, Sofía Patat, junto a Santiago Alfieri de la Unidad de Violencia Institucional del Ministerio Público Fiscal, ya incorporaron el video de seguridad a la causa. Se dispuso el resguardo de la grabación y se libraron oficios al médico policial que atendió a Bruffal. En los próximos días, se tomará declaración a Marcelo y a su hermana.

El joven expresó su sorpresa y dolor por la situación, manifestando no poder movilizarse y su preocupación por su futuro laboral como albañil, ya que es el sostén de su familia. "No puedo trabajar ni dormir. Necesito una solución para la rodilla, porque en el hospital me dan vueltas y no consigo atención adecuada", lamentó.

Si bien la denuncia fue bien recibida en Asuntos Internos, desde la fuerza policial se informó que se están tramitando las actuaciones administrativas correspondientes, mientras la investigación judicial avanza.

La Unidad de Violencia Institucional del Ministerio Público Fiscal reveló que desde enero ya se han abierto 17 legajos por presuntos abusos policiales en la provincia, lo que evidencia una problemática preocupante que está siendo objeto de investigación por parte de la justicia. En uno de estos casos, la Fiscalía estaría próxima a imputar a policías acusados de golpear a un detenido y luego trasladarlo a un descampado para continuar la agresión. Alfieri destacó que, en los casos donde se identifica rápidamente a los involucrados, se dispone su apartamiento o el retiro de su arma reglamentaria como medida preventiva.