Image
Un reciente estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA ha puesto cifras a la sensación de asfixia financiera que atraviesa el país. Según el Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial (Cenarsecs), 7 de cada 10 argentinos se vieron obligados a reducir sus gastos entre octubre y diciembre de 2025.


El informe detalla que no se trata de ajustes superficiales: el 43% de los encuestados calificó los recortes en su presupuesto familiar como "significativos".


La brecha de ingresos dicta quién sufre más el impacto. Mientras que en los sectores de mayor poder adquisitivo (ABC1) solo un 38% sintió la necesidad de ajustar, en los estratos más vulnerables la cifra se dispara al 82%.

Esta disparidad confirma que la crisis ha golpeado de lleno en la base de la pirámide social, donde el margen de maniobra es nulo. Un dato revelador es la brecha de género en el ajuste: las mujeres reportaron haber recortado sus gastos en un 76%, diez puntos por encima de los hombres, sugiriendo que sobre ellas recae el peso de gestionar la escasez en el hogar.

Los datos clave del informe de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA) son:

·Ajuste Masivo: Solo el 5% de la población logró aumentar sus gastos en el último trimestre; el resto se mantuvo estable o aplicó tijerazos profundos.

·Sectores Críticos: Indumentaria y librerías aparecen como los rubros más castigados, ya que las familias han priorizado exclusivamente los bienes esenciales para subsistir.

·Contexto de Mercado: El informe se alinea con los datos de CAME, que mostraron un derrumbe interanual del 4,1% en ventas minoristas de pymes hacia noviembre.

·El Perfil del Ajuste:

Nivel D1/D2 (Bajos ingresos): 82% de ajuste.

Nivel C (Clase media): 67% de ajuste.

Nivel ABC1 (Clase alta): 38% de ajuste.

Conclusión del estudio: Argentina entra al 2026 con un consumidor que ha aprendido a "comprar con propósito" (78% ya ha elegido productos orgánicos pese al costo extra), pero que tiene un presupuesto extremadamente limitado para lo no esencial.