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El sector del comercio minorista pyme en Argentina experimentó una caída general del 2,9% en sus ventas durante mayo en comparación con el mismo mes del año pasado, según el Índice de Ventas Minoristas Pyme elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esta baja marca la primera contracción interanual desde noviembre de 2024, generando preocupación entre los comerciantes.

El rubro más afectado fue el de alimentos y bebidas, que registró una disminución del 7,6% en sus ventas. Comerciantes de barrio, almaceneros y autoservicios reportaron un aumento cotidiano y sostenido de los precios de artículos de consumo masivo, una tendencia que, si bien no se refleja en los IPC oficiales o privados anticipados al INDEC, sí es captada por informes como el Índice Barrial de Precios (IBP) del ISEPCI, que midió un aumento cercano al 4% en la canasta básica.

La CAME vincula esta caída con la evolución de los ingresos familiares y el aumento de precios de productos clave, lo que lleva a los consumidores a reducir sus compras y a buscar opciones más económicas.

Contradicciones en Precios de Alimentos Esenciales

Paradójicamente, mientras los comerciantes de barrio señalan aumentos, informes como el del CEPA, basados en datos del Mercado Central de Buenos Aires, indican una baja en los precios de las verduras. El segmento de papa, tomate, lechuga, batata, zapallo y cebolla (VTL) disminuyó un 16,9% en promedio respecto a abril y un 26,9% en comparación con mayo de 2024. Las cuatro frutas más demandadas (banana, limón, manzana y naranja) también cayeron un 7,3% en relación con abril, aunque se encarecieron un 16,2% interanual.

Otros Rubros Afectados y Únicos Positivos

Además de alimentos, la ferretería, materiales eléctricos y de la construcción sufrieron una caída interanual del 2,6%, lo que genera interrogantes sobre el dinamismo de la construcción, especialmente la inversión privada de menor escala. Las ventas de indumentaria bajaron un 1,6% y las de calzado y marroquinería un 0,5% en la comparación interanual.

La CAME atribuye esta situación a la combinación de “una menor disponibilidad de recursos, ajustes de precios y mayores exigencias operativas”, lo que deriva en un “ritmo de consumo más cauteloso y concentrado en lo esencial”. La entidad también subraya una tendencia hacia compras más medidas, menor circulación en centros comerciales y un aumento de la competencia del comercio online y de formatos informales.

A pesar del panorama adverso, el 49,2% de los comerciantes consultados proyecta una mejora en su situación económica para el próximo año, frente a un 9,3% que se muestra pesimista.

Los únicos rubros que lograron cerrar mayo en positivo fueron Perfumería, con un aumento del 5,2%, y Farmacia, que creció un 1,5%.