El "Pincha" cerró un 2025 de ensueño en San Nicolás. Tras empezar perdiendo ante el "Calamar", apareció la jerarquía de Lucas Alario para dar vuelta el marcador (2-1) y sumar una nueva estrella a las vitrinas de La Plata.
Estudiantes de La Plata confirmó que es el equipo del momento en el fútbol argentino. Con el envión anímico de haber conquistado el Torneo Clausura hace apenas siete días, el equipo de Eduardo Domínguez mostró su chapa de campeón en el Estadio Único de San Nicolás para derrotar 2-1 a Platense y quedarse con el Trofeo de Campeones.
La tarde no empezó fácil para el León. En el duelo que enfrentaba a los ganadores del Apertura (Platense) y el Clausura (Estudiantes), fue el "Calamar" quien golpeó primero. Con la famosa "ley del ex", Franco Zapiola —formado en la cantera pincharrata— puso en ventaja a los de Vicente López, instalando la incertidumbre en la parcialidad platense.
El despertar del "Pipa"
Sin embargo, Estudiantes sacó a relucir la mística y la hombría que lo caracterizan. El gran protagonista de la remontada fue Lucas Alario. El delantero, que hasta hoy arrastraba una racha esquiva con solo un gol en 28 presentaciones, eligió el escenario más importante para destaparse: marcó un doblete fundamental que dio vuelta el resultado y desató el delirio en las tribunas.
Un cierre de año perfecto y lo que viene
Este título corona una semana de gloria absoluta para el club, que el pasado fin de semana había asegurado su lugar en la Copa Libertadores 2026 tras vencer por penales a Racing Club.
Pero la ambición del "Pincha" no se detiene aquí. Gracias a esta nueva estrella, Estudiantes ya tiene aseguradas dos finales más para el próximo calendario:
Supercopa Argentina: Se medirá ante Independiente Rivadavia (campeón de la Copa Argentina).
Supercopa LPF: Enfrentará a Rosario Central (líder de la Tabla Anual).
Con una identidad de juego consolidada bajo el mando de Domínguez, Estudiantes despide el año como el máximo referente del fútbol nacional, demostrando que en las finales, su ADN siempre aparece.
