El joven hizo público en sus redes sociales que sufrió un abuso por parte de "un reconocido conductor de Telefe", al que luego identificó como Jey Mammon. Además, y contó que su relación comenzó cuando él tenía 14 años y el acusado 32, en 2006.

Javier Moral, el abogado de Lucas Benvenuto hasta el 2018 en otras causas por abuso, se refirió a la decisión de su defendido de hacer pública su denuncia contra el conductor televisivo Jey Mammon luego de que la Justicia prescribiera la causa, y destacó que "a veces el único camino que queda para proteger a otros niños en contar la verdad en otros lados".

"A veces, más allá de que soy un respetuoso del Estado de Derecho, el único camino que queda para proteger otros niños es contar la verdad en otros lados y espero que la verdad de Lucas sirva", dijo Moral en declaraciones televisivas a C5N.

"El interés de Lucas -agregó- es que lo que le pasó a él no le suceda a nadie más, además de cerrar ese capítulo de su vida y no dejar ningún abusador sin denunciar de los cuales él había sido víctima".

"Lucas fue el motor para otras denuncias, en causas que demostraron que no mentía y, a mi juicio, no hay razones para no creerle esta acusación", destacó el letrado quien lo defendió en las causas que involucraban al psicólogo Jorge Corsi y el profesor de música Marcelo Rocca Clement.

El miércoles, Benvenuto hizo público en sus redes sociales que sufrió un abuso por parte de "un reconocido conductor de Telefe", al que luego identificó como quien estaba al frente del programa de los domingos de Telefé. Además, contó que su relación comenzó cuando él tenía 14 años y el acusado 32, en 2006, y que durante la pandemia se dio cuenta de que había sido víctima de abuso y efectuó la denuncia ante la Justicia.

Benvenuto denunció a Mammon en diciembre de 2020, pero la causa se cerró en marzo de 2021 y el acusado fue sobreseído porque el juez de instrucción Walter Candela y el fiscal Patricio Lugones consideraron que el hecho había prescripto.

"Nosotros no comulgamos con ese criterio porque entendemos que siempre que haya un conflicto legal entre un niño y un adulto habría que priorizar el derecho que más beneficie al niño, atarse al criterio de sostener los derechos del menor", destacó Moral.

"A veces -agregó- las causas son cerradas como si fueran números, hay un ejercicio abusivo de cortar y pegar, de remitirse a antecedentes y situaciones que no son análogas".