Este fin de semana hubo máquinas trabajando en la planta de la empresa Neuform de Plaza Huincul. Pero no para aumentar la producción o mejor el proceso, sino para desarmar la planta que está siendo rematada. La situación dispara varios análisis complementarios.
En enero de 2.023, la provincia anunció el remate de la firma. Sin embargo, el empresario Miguel Schvartzbaum logró detener el proceso apelando a una tercería, es decir cuando un tercero ajeno aduce que es propietario de la planta.
No está claro, cómo siguió el proceso, pero, hace alrededor de un mes, este medio informó el despiece y venta en subasta de la planta que se concretará el próximo 4 de diciembre.
El proyecto Neuform se remonta a fines de los ’90. El empresario Reynaldo Margullis logró financiamiento del IADEP y del ENIM por 4,5 millones de dólares, para construir una planta de Formaldehidos, teniendo como insumo el metanol, en el Parque Industrial provincial, ubicado en el acceso a Plaza Huincul.
Neuform, es una de las empresas por la cual el ENIM pesificó los depósitos en dólares en los años 2.000. La misma, cuyo propietario anunció la decisión de hacerle juicio a la provincia porque le dieron el terreno en un Parque Industrial que no tenía luz, ni gas, ni agua ni electricidad. El hombre terminó la planta y cuando quiso ponerla en marcha, no tenía cómo.
Entonces apareció Schvartzbaum con el proyecto "Más energía", para poner en marcha Neuform, Renesa y Petrolera Argentina. Nuevamente el ENIM y IADEP aportaron fondos para cimentar esas empresas que, finalmente, naufragaron.
Tanto el gremio como los gobiernos de la provincia y de los municipios, apoyaron a los empresarios y, en particular, a Miguel Schvartzbaum. Pero el empresario no pagó, no generó puestos de trabajo estables y no mantuvo las empresas en marcha.
En paralelo, el ENIM parece haber quedado destinado a financiar obra pública. Más o menos útil, ejecutada con mayor o menor eficiencia, pero obra pública, al fin y al cabo. Y esto redunda en beneficio de los vecinos.
No obstante, el reclamo de los puestos de trabajo sigue estando en la base de la sociedad de la comarca petrolera. Y es ahí donde se fracasó, porque apareció una sociedad de municipios ricos con gente sin trabajo o con muchos beneficiarios de planes.
El tema es que esa situación, acompañada por el desplome del mercado interno y despidos tanto en comercio como en el petróleo a partir de las políticas del gobierno nacional, apunta a generar más desocupación y pobreza, es decir mayor presión sobre municipios que, básicamente, no tienen respuesta a la política macroeconómica nacional y nunca pudieron bajar los subsidiados de 2.000 entre ambos. Es decir, cada desocupado nuevo se suma a los 2.000 que ya existen.
