El Gobierno nacional presentó al Consejo de Mayo el borrador de la Ley de Libertad Educativa, una iniciativa que busca la derogación de la Ley de Educación Nacional (LEN) Nº 26.206 (vigente desde 2006) y propone una redefinición profunda del sistema educativo básico (inicial, primario y secundario) en Argentina. El texto de 136 artículos se articula en torno a la autonomía escolar, el rol preferente de las familias y una nueva estructura de financiamiento.
Autonomía, flexibilidad y el rol de la familia
El proyecto introduce cambios medulares que priorizan la libertad de elección y la flexibilidad institucional:
·Educación en el Hogar (Home Schooling): Se formaliza como una modalidad educativa válida junto con la enseñanza híbrida y a distancia. Los estudiantes que opten por esta vía acreditarán sus saberes mediante exámenes periódicos sin requerir una edad mínima para el inicio.
·Rol del Estado y las Familias: El texto asigna al Estado una función "subsidiaria" frente al papel "preferente" de las familias, consideradas las responsables primarias de la educación de sus hijos. La educación deja de ser definida como "bien público".
·Autonomía Institucional: Se otorga a cada establecimiento la potestad de diseñar sus propios planes de estudio (respetando contenidos mínimos), su gobierno interno, el régimen de personal y las políticas de admisión y disciplina. Las escuelas estatales iniciarían una transición gradual hacia este modelo.
·Servicio Esencial: Se declara la educación básica como "servicio esencial", lo que implica la obligación de garantizar la continuidad mínima de la enseñanza durante cualquier medida de fuerza o paro.
·Religión y Currícula: Se habilita a las provincias a ofrecer enseñanza religiosa confesional en escuelas públicas, siempre de forma optativa y fuera del horario lectivo obligatorio.
Currícula, horarios y evaluación
El borrador establece nuevas reglas para la enseñanza y la medición de resultados:
·Contenidos Comunes y Autonomía Curricular: Se mantienen los contenidos mínimos nacionales (equivalentes a los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios), pero estos no podrán superar el 75% del tiempo escolar. El 25% restante queda a disposición de la institución como un espacio de "autonomía curricular".
·Cómputo Horario: Se abandona el conteo tradicional por días de clase y se migra a un esquema de horas anuales obligatorias: 540 para nivel inicial y 720 para primaria y secundaria. Estos valores son inferiores a los actualmente consensuados por el Consejo Federal de Educación.
·Evaluación: Las pruebas Aprender se vuelven anuales y censales en los últimos grados de primaria y secundaria. Se permite la publicación de información desagregada por escuela (sin identificación de alumnos o docentes).
Nuevo esquema de financiamiento y gestión docente
El aspecto financiero y la gestión de personal sufren modificaciones significativas:
·Financiamiento: Se elimina la histórica meta del 6% del PBI para educación. El Estado Nacional asume una función complementaria en el financiamiento compartido con las provincias.
·Equiparación y Becas: Se busca equiparar a escuelas públicas y privadas en el acceso al financiamiento, e se incorporan herramientas de apoyo a la demanda dirigidas a las familias, como vales educativos, becas y créditos fiscales.
·Carrera Docente y Dirección: Se mantiene la formación inicial en cuatro años y se crea un nuevo Instituto Nacional de Formación y Carrera Docente. Se establecen evaluaciones de desempeño periódicas (máximo cada cuatro años). Además, se otorgan más facultades a los directivos para la selección, evaluación y separación de personal.
·Consejos de Padres: Se prevé la creación de consejos escolares de padres para fortalecer su participación en el gobierno interno de las instituciones.
El proyecto, trabajado por la Secretaría de Educación (Carlos Torrendell) y el Ministerio de Desregulación, anticipa un intenso debate político al redefinir el equilibrio de poder en el sistema educativo argentino.
