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El insólito hallazgo de un coipo en una fuente de agua en pleno centro de la ciudad, en la intersección de la Avenida Olascoaga y las vías del tren, despertó fuertes sospechas sobre su origen. El animal, un mamífero propio de humedales, fue encontrado lejos de la ribera, reforzando la hipótesis de que pudo haber sido una mascota ilegal.

La presencia del roedor fue advertida por el personal de mantenimiento municipal, que rápidamente alertó al área de Ambiente. Francisco "Pancho" Baggio, subsecretario de Medio Ambiente, relató el procedimiento de rescate: fue capturado con una red y trasladado a una jaula para ser finalmente liberado en el río Neuquén, cerca del barrio Rincón de Emilio.

La Docilidad que delata

La gran incógnita es cómo llegó el coipo a la fuente de las esferas. Baggio explicó que el animal es autóctono y perfectamente adaptado a las zonas húmedas, pero su comportamiento al ser capturado fue lo más llamativo.

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"Parecería, y lo digo en potencial, que fue un animal de cautiverio. Es bastante común que algunas personas atrapen ejemplares juveniles en la zona del río y los tengan como mascota", señaló el funcionario. Esta sospecha se basa en la "mansedumbre o docilidad" que exhibió. De hecho, un video del rescate lo muestra quieto sobre una piedra, permitiendo ser tocado y acariciado, una actitud inusual para un animal silvestre.

El subsecretario enfatizó que mantener fauna silvestre como mascota está terminantemente prohibido. Si bien no se descarta que el coipo haya llegado por sus propios medios a través de canales pluviales, la evidencia conductual inclina la balanza hacia el cautiverio ilegal. Lo positivo es que, a pesar de su aventura urbana, el coipo fue devuelto sano y salvo a su hábitat natural.