El amanecer de este miércoles, ocurrió con las nubes teñidas de un color intensamente rosado. El fenómeno no es extraño en las nubes sobre el horizonte pero esta jornada estaba extendido. Por momentos se vieron tintes violeta.
La coloración de las nubes tiene que ver con la dispersión de la luz solar, cuando el sol está más cerca del horizonte, y la luz que llega a la tierra es de tonalidades suaves entre el rojo y el naranja. En el caso de la Patagonia la tonalidad dominante es rosada.
La BBC publicó uniforme hace un tiempo atrás: "las propiedades ópticas de la luz solar cuando atraviesa la atmósfera terrestre", dice el astrónomo Edward Bloomer, de los Museos Reales de Greenwich, situados en el este de Londres.
En primer lugar, se debe entender que la luz está compuesta de todos los colores del espectro visible: el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. "Tiene que ver con cómo se dispersa la luz solar, y no lo hace de manera uniforme", explica Bloomer.
Cada color tiene una longitud de onda diferente y a eso se deben las diferentes tonalidades. Por ejemplo, el violeta tiene la longitud de onda más corta, mientras que el rojo tiene la más larga.El siguiente paso es entender nuestra atmósfera, las capas de gases -que incluyen el oxígeno que respiramos- que rodean nuestro planeta y hacen posible la vida.
Cuando la luz solar atraviesa esas capas -cada una con gases de diferentes densidades- se dobla y se descompone como si estuviera pasando por un prisma. Además, hay partículas suspendidas en la atmósfera que hacen que esa luz descompuesta rebote y se refleje.
Cuando el Sol se pone o sale, sus rayos chocan con las capas superiores de la atmósfera en ángulos específicos... y ahí es cuando surge la "magia".
A medida que los rayos atraviesan esas capas superiores de la atmósfera, las longitudes de onda azules se dividen y se reflejan en lugar de ser absorbidas. "Cuando el Sol se acerca al horizonte, los azules y los verdes se dispersan y nos quedamos con ese resplandor naranja y rojo", comenta Bloomer.
Eso sucede porque la luz de ondas más cortas (violeta y azul) se dispersa más que la luz de ondas más largas (naranja y rojo)... y el resultado es un despliegue de colores fascinantes en el cielo.
Dependiendo del lugar en el mundo donde te encuentres, en esta época el cielo lucirá más espectacular debido a condiciones locales excepcionales. "Nubes de polvo, humo y cosas parecidas también pueden afectar a la manera en la que ves el cielo", señala el astrónomo.
"Se parece un poco a lo que ocurre en Marte, cuando el polvo rojo se eleva en el aire, da la impresión de que el cielo es rojizo", dice Bloomer.