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"En guerra" fue la definición con la que inauguró el secretario general de la ONU la asamblea anual de los países que forman parte de la OMS, en un escenario en donde se profundiza la brecha entre ricos y pobres materializada, esta vez, en el acceso a las vacunas.

El mundo está "en guerra" contra el coronavirus y debe adoptar una lógica bélica contra la pandemia, dijo este lunes el secretario general de la ONU, António Guterres, al inaugurar la asamblea anual de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Estamos en guerra contra un virus. Necesitamos la lógica y la urgencia de una economía de guerra para aumentar la capacidad de nuestras armas", aseguró Guterres en Ginebra, al inicio de la principal encuentro anual del organismo de salud de la ONU.

Según cifras oficiales, la pandemia --cuyo origen es aún objeto de debate-- ha causado más de 3,45 millones de víctimas mortales en todo el mundo; pero según la OMS, esa cifra podría ser de "unos seis a ocho millones" de fallecimientos directos e indirectos.

"La pandemia de Covid-19 ha generado un tsunami de sufrimientos. Se perdieron más de 3,4 millones de vidas, se destruyeron unos 500 millones de empleos, y las empresas han visto salir a miles de millones de sus balances" dijo Guterres.

A su turno, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, exhortó a un esfuerzo global para garantizar que el 10 por ciento de la población de cada país haya sido vacunado contra el coronavirus antes de septiembre.

Tedros informó además que al menos 115.000 trabajadores sanitarios de todo el mundo murieron de Covid-19 desde el inicio de la pandemia.

"Muchos se han contagiado ellos mismos y, aunque los informes son escasos, calculamos que al menos 115.000 trabajadores sanitarios y de cuidados han pagado el precio último al servicio de otros", explicó al inicio de la asamblea anual del organismo.

Tedros volvió a denunciar la "escandalosa desigualdad" de acceso a las vacunas en el mundo, que "perpetúa la pandemia" y explicó que más del 75% de todas las vacunas se han administrado en solo diez países.

"No hay forma diplomática de decirlo: un pequeño grupo de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas (...) controlan el destino del resto del mundo", afirmó.

"El número de dosis administradas hasta ahora en todo el mundo habría sido suficiente para cubrir a todos los trabajadores sanitarios y a los ancianos, si se hubieran distribuido de forma equitativa", añadió.

El jefe de la OMS hizo un llamado a la comunidad internacional para que invierta la tendencia.

"Hoy pido a los Estados miembros un masivo impulso para vacunar al menos al 10% de la población de cada país de aquí a septiembre, y una campaña hasta diciembre para alcanzar nuestra meta de inmunización de al menos el 30% para finales de año", afirmó.

Guterres también se refirió a la desigualdad en la distribución mundial de las vacunas.

"Si no actuamos ahora, nos hallaremos en una situación en la que los países ricos vacunarán a la mayoría de su población y abrirán sus economías, mientras el virus seguirá engendrando profundos sufrimientos, circulando y mutando en países más pobres", dijo.

La asamblea mundial de la Salud, que se celebra en momentos en que la comunidad internacional trata de acelerar las vacunaciones en los países pobres, también suma el pedido de países europeos sobre una organización más poderosa, capaz de llevar a cabo investigaciones independientes y mejor dotada en términos financieros.

Apenas el 16% de su presupuesto procede de los aportes obligatorias de los Estados.

La OMS "debe ser el corazón, la brújula de nuestra salud global", sostuvo el presidente francés, Emmanuel Macron, ante la asamblea, informó la agencia de noticias AFP.

En tanto, la jefa de Gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, destacó que "la prioridad es permitir al mundo responder a las amenazas pandémicas lo más rápido posible" y apoyó la idea de crear un consejo mundial de amenazas sanitarias para mejorar la prevención y las respuestas.

Varios informes de expertos, encargados por la OMS, reclaman amplias reformas del sistema de alerta y prevención para evitar otro fiasco sanitario, e independencia de la organización para investigar por su cuenta en caso de crisis, sin tener que esperar la autorización de los países.

Uno de los informes pide que la autoridad del director general de la OMS sea reforzada mediante un mandato único de siete años -contra actualmente un mandato de cinco años, renovable- sin posibilidad de reelección, para eludir presiones políticas, y que proponga mejoras el sistema de alerta mediante un eventual dispositivo regional.

Durante la asamblea, los 194 miembros de la OMS deberán decidir si inician negociaciones para establecer un tratado sobre las pandemias.

En este punto, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, advirtió: "Con el apoyo activo de la OMC (Organización mundial del Comercio) habrá que eliminar todos los obstáculos que impiden la producción de vacunas".