Los salarios tuvieron un repunte frente a la inflación en los últimos meses, pero en lo que va del año perdieron. Así lo revela un informe realizado por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) que detalla que la proporción de asalariados registrados del sector privado bajo la línea de pobreza creció del 17% al 30% y la de empleados públicos, del 11% al 28%.
Dicho de otra manera, creció un 71% la cantidad de los trabajadores asalariados privados que no llegan a cubrir una canasta básica y son pobres, mientras que los empleados públicos en esa situación se incrementaron en un 154%.
El centro de Capacitación de Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la mencionada casa de estudios realizó la investigación que se centra en la evolución salarial de los empleados públicos y privados desde inicios de 2023 hasta la actualidad. Desde finales de 2023 tener trabajo no es "garantía de inclusión social", concluye el informe al respecto.
Los números son evidentes y revelan que la proporción de asalariados registrados del sector privado bajo la línea de pobreza creció del 17% al 30% y la de empleados públicos, del 11% al 28%. En paralelo, la tasa de desempleo subió de 6,2% a 7,6% comparando los segundos trimestres de 2023 y 2024, lo que significa 308 mil desocupados nuevos.
Todos estos números empujan las cifras de la crisis: al finalizar el primer semestre de este año, se reveló que el 52,9% de la población de nuestro país se encontraba bajo la línea de pobreza, el número más elevado en casi 20 años.
El empleo formal en el sector privado acumuló en julio once meses consecutivos de caída, alcanzando una destrucción de 180 mil puestos de trabajo desde agosto de 2023. El 70% de esa caída estuvo concentrada en la construcción y la industria, que aportaron el 52% y el 19% del total de los puestos perdidos.
La situación de los trabajadores que pasaron a engrosar las filas del desempleo se combinó con una importante caída del poder adquisitivo de los ingresos tanto laborales como no laborales. En detalle, entre los primeros trimestres de 2023 y 2024 ambos tipos de ingresos se retrajeron en promedio un 20% en términos reales (considerando la inflación): ingresos laborales (-19,9%), salario formal privado (-18,1%), salario sector público (-22,3%), informales (-21,1%), trabajadores por cuenta propia (-11,2%), Ingresos no laborales (-20,7%), jubilación o pensión (-27%), subsidio o ayuda social (-13,7%).
"Quienes hace un año ya se encontraban bajo la línea de pobreza, como sucedía con una considerable proporción de asalariados no registrados y cuentapropistas, el descenso de un peldaño más durante 2024 los pudo situar directamente en la indigencia", afirma el trabajo. Como resultado, el 24% de los trabajadores informales y el 22% de los cuentapropistas ingresaron a principios de la gestión de Javier Milei en la categoría de indigentes.
El resultado de esto fue un marcado aumento de la pobreza que trajo consigo además un aspecto cada vez menos novedoso: un significativo aumento de la pobreza entre trabajadores formales.
“Entre los primeros trimestres de 2023 y 2024, la cantidad de empleados registrados del sector privado que residen en hogares bajo la línea de pobreza se incrementó 71%. A su vez, quienes más padecieron la caída de ingresos fueron los empleados públicos, entre quienes la cantidad de trabajadores pobres se incrementó 154%”, detalla el informe del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD).