La Confederación Mapuce del Neuquén emitió una comunicación donde señala que "Entre ayer y hoy (por martes y miércoles), un sector notable de la opinión pública ha hecho hincapié en los perjuicios económicos generados en la jornada de bloqueo que efectuamos a los principales ingresos a los yacimientos de Vaca Muerta. Pero si la cuenta que se quiera sacar es fría, económica, pura y dura, quien asoma en el horizonte como principal responsable del acto del martes no es el pueblo mapuche, sino la política del Gobierno de Neuquén, que, contando con un acuerdo previo y los fondos para comenzar a trabajar el relevamiento territorial en Neuquén, se negaba sistemáticamente a implementarlo".
El escrito destaca que "esta actitud negadora y quietista no es nueva, ni una sorpresa para nosotros: en 6 décadas de existencia, el partido gobernante neuquino eludió y elude dar seguridad jurídica a las 64 comunidades existentes en la Provincia, a pesar de que se lo mandatan claramente las constituciones Federal y Provincial. Y esta política de negación, perpetuada a través de largos años, tiene una herramienta muy eficaz para su implementación: el Secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente Jorge Lara".
"No es posible que para cumplir con un compromiso establecido en un Convenio entre autoridades de Nación y Provincia, se deba recurrir a tomar una medida de fuerza que protagonizan familias mapuche enteras que deben permanecer a la intemperie durante 12 horas con un calor de casi 40 grados, más los perjuicios de miles de trabajadores que desde las 5 de la mañana debieron permanecer en la ruta sin estar preparados para tal contingencia. Pero esto hoy, pasada la jornada de ayer, se convierte en una anécdota coyuntural que solo ilustra la relación entre el Gobierno de Neuquén y el pueblo Mapuche de Neuquén que, desde que Neuquén es Estado Provincial, no se resuelve", considera.
"Desde hace 4 décadas, quién se ocupa de administrar la política mapuche desde el Estado es Jorge Lara. Al comienzo, desde su rol de Ministro de Acción Social, que es donde logró su prestigio hacia el interior del MPN, por su enorme capacidad de “administrar” la pobreza generada por políticas que enriquecen a unos pocos y empobrecen a la gran mayoría. Esta pobreza estructural tuvo en Lara a una suerte de “Papa Noel” que resolvía las emergencias con asistencialismo y dádivas para todos. Posteriormente, cuando le delegan administrar la política territorial y cultural mapuche, es cuando su accionar comienza a generar los daños que hoy es urgente reparar. Daños arraigados en su lógica reducida donde prevalece el enfoque de pobreza y el de ruralidad por sobre todas las cosas. El pueblo mapuche no es un pueblo pobre, es un pueblo empobrecido en décadas de despojo y exclusión. Y es un pueblo que trasciende la ruralidad, ya que hoy ocupamos un amplio porcentaje de la población urbana", resalta.
"Sin embargo, como se demostró en el juicio de desalojo contra la comunidad Campo Maripe, donde Lara ofició de testigo de lujo del empresario que exigía desalojar, el funcionario afirmó que su instrumento de derecho para resolver el tema mapuche... ¡es la Ley de Tierras, del año 1972! De la misma manera actúo cuando al hacerse evidente su desconocimiento del nuevo marco normativo expresó que no es necesario capacitarse en leyes indígenas para hacer política con el pueblo mapuche. Esas expresiones, que han quedado desgrabadas del juicio mencionado, pintan de cuerpo entero el carácter discriminador, soberbio e inoperante del funcionario que el ejecutivo neuquino ha designado como interlocutor ante cada demanda de derecho incumplido", describe.
El escrito puntualiza que "Resaltamos a la población, porque el blindaje comunicacional no lo menciona, que es un daño a la democracia que sea el gobierno de Neuquén el que actúa de manera ilegal. Nuestra organización ha logrado fallos judiciales contra la provincia en la Corte Suprema, pero ni así han cambiado la postura de intentar por los hechos negar al Pueblo nación Mapuce. Entendemos que esta política continuará mientras permanezca Jorge Lara en esta función. Los conflictos se suceden y se sucederán, las comunidades seguirán oponiéndose a los planes de gobierno si pretenden hacerlo a costa de nuestros derechos y ¿qué es lo que seguiremos obteniendo como respuesta? ¿más manipulación y operaciones al costado de nuestro sistema organizacional mapuche?".
Finalmente, apunta: "En definitiva: bregamos por el derecho a ejercer nuestra libre determinación como pueblo preexistente, en el marco de un nuevo modelo de estado Plurinacional. Y todo esto no es un sueño trasnochado, es lo que dicta la Constitución, por cuanto ya pueden dejar de utilizar argumentos racistas del tipo “terrorismo mapuche transnacional” y otras bajezas a las que suelen ser afectos a la hora de hacer circular la palabra en el llano. Para que el Gobierno de Neuquén se ponga a la altura de lo que mencionamos, se requiere un interlocutor político que esté a la altura de esta nueva política necesaria y urgente. Jorge Lara no lo es. Por esa razón, su presencia es hoy incentivar los conflictos y no evitarlos. Su renuncia facilitará tremendamente la posibilidad de generar una nueva política donde el diálogo se dé en una Mesa Política seria y responsable y no en un bloqueo o corte rutas".