La asamblea del Pro tuvo un duro corte cuando los delegados de Patricia Bullrich se retiraron en medios de gritos, discusiones y reclamos.

Dirigentes cercanos a Bullrich le enrostran al macrismo una posición de conveniencia: acompañan, cuestionan y critican desde un lugar de poder, siempre y cuando al líder de la Libertad de Avanza le vaya bien en su gestión. De esta manera, se pone en una posición de especulación hacia una hipotética alianza de cara a las elecciones legislativas de 2025.

Antes de que se concrete esta fractura, Patricia Bullrich difundió una carta donde explicó su posición: “El debate que quiero dar en el PRO no es un debate de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo. No vamos a dar marcha atrás. Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos. Y en 6 meses ya vemos un cambio inédito, conseguido contra viento y marea”.

En la misma línea continuó: “Hoy quiero contagiar al PRO del valor que se requiere para encender los motores e ir a toda máquina. La Argentina no puede perder esta oportunidad de ser protagonistas del cambio más atrevido y necesario de las últimas décadas”. Pero la frase más fuerte que planteó y que llegó a los títulos de los diarios: “No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino”.

“No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino. Por eso, yo me juego a fondo, como lo hice siempre, y cuento con ustedes”, y firmó el comunicado como “ministra de Seguridad de una Argentina que decidió ponerse de pie”.

Hoy, en la reunión en el Hotel Abasto, los cruces se agravaron cuando se confirmó lo que era un secreto a voces: que la mayoría absoluta que responde a Macri iba a postular al diputado y ex intendente de Pinamar, Martín Yeza, para conducir el Pro desconociendo que iba a ser alguien propuesto por Bullrich para ese cargo. Hubo gritos, discusiones, quejas y un portazo.

Se fueron los representantes al bar de la esquina de Corrientes al 3200 y allí esperaron a Bullrich, que venía de interiorizarse sobre los resultados de una pericia en la investigación por el caso Loan. La ministra llegó, estuvo unos minutos, y se fue. “Se quedaron con un partido chiquito”, dijo Pablo Walter, uno de los operadores que resumió el sentimiento de ese sector.

Tras la salida, Silvana Giudici dijo: “Lo más importante es la palabra, hay que cumplirla. Que no se comporten como niños en una asamblea universitaria. Mauricio es el fundador de este partido y como tal tiene la legitimidad de la presidencia. Nos comprometimos con el cambio, les dijimos a las seis millones de personas que nos votaron que había que acompañar el cambio”.

Damián Arabia, a su turno, sostuvo que “Los 37 diputados nacionales votamos con el Gobierno y vamos a seguir acompañándolo. Que hagan lo que quieran con los cambios partidarios “.