Analistas coincidieron en que la empresa "se integra a la cadena de valor de los operadores existentes" y aseguraron que "traen una nueva dinámica para el sector", sobre el consumo de banda ancha y televisión.
Por Andrea Delfino
Los actores que participan en la industria de las telecomunicaciones en la Argentina no ven como un competidor directo al proveedor de conexiones satelitales Starlink, la firma internacional que ya abrió en el país el período de preinscripción para adquirir sus servicios, que comenzará a funcionar en el segundo semestre de 2024.
"Starlink es una empresa que se integra a la cadena de valor de los operadores existentes", dijo a Télam el analista de Dataxis para América Latina, Carlos Blanco.
Blanco señaló que esta y otras compañías con flota de satélites de órbita baja, "traen una nueva dinámica para el sector, que está migrando de hacer foco en televisión y distribución a una oferta de banda ancha y alta capacidad".
En un sondeo realizado por Télam entre empresas proveedoras de internet en el país, la mayoría señaló que el ingreso de la la firma mencionada por el presidente Javier Milei en su discurso al presentar el DNU, "no preocupa a quienes tiramos fibra", es decir que no ven como un competidor a un prestador del servicio de conectividad satelital.
En ese sentido, vale señalar que en el mercado argentino, donde la empresa estatal de soluciones satelitales, Arsat, opera como mayorista con satélites geoestacionarios, ya hay otras compañías que ofrecen la conectividad satelital con o sin satélites propios como Tesacom, Orbith y Hughes.
En el marco de la política que anunció Milei, se espera que otras empresas de prestación de servicios de conectividad satelital ingresen al mercado argentino como el proyecto de Amazon y OneWeb, entre otras opciones que tienen tanto la Unión Europea como China.
Blanco explicó que Starlink es un sistema de satélites de órbita baja y aclaró que "si bien ya existían otros, éste es de nueva generación enfocado en la prestación de banda ancha de muy alta capacidad y con precios muy competitivos para lo que es la industria satelital".
En ese sentido precisó que a nivel global el ARPU (ingreso promedio por cliente) de la firma de Elon Musk, se ubica en torno a los 92 dólares, monto que en América Latina baja a un rango de entre 35 y 55 dólares, porque "es una compañía que se adapta al mercado" donde opera.
Desde Argentina -en la página de la compañía- ya se puede reservar por 9 dólares el servicio que se prestará a partir del segundo semestre del año próximo, cuya disponibilidad estará "sujeta a la aprobación reglamentaria".
Starlink aclaró que "los pedidos se completarán por orden de llegada en cada área de cobertura":
Técnicamente la cobertura de la constelación de satélites de órbita baja, que además en el caso de Starlink incorpora unidades de manera semanal, permitirá contar con el servicio en todo el país.
En cuanto al kit de instalación que corre por cuenta de cada cliente, tienen un valor de mercado de alrededor de 500 dólares, y no hay precisión sobre el precio mensual del servicio.
Estos precios son para el consumidor final aunque la empresa comenzó a desarrolar otras unidades de negocios: una dedicada al mercado corporativo en la que trabaja con socios e integradores y otra enfocada en los operadores móviles, para extender la conectividad satelita directo al móvil.
En el caso de Chile, la empresa Entel ya firmó una cuerdo con Starlink para ese servicio.
"En las ciudades no hay necesidad de usar este tipo de sistemas", señaló el titular del Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (Copitec), Miguel Pesado, en diálogo con Télam.
Por último, Pesado acotó que "para los fines productivos, Vaca Muerta, para la Cordillera de los Andes, mares, selvas, donde no hay otra cosa o sólo están los (satélites) geoestacionarios, los sistemas de órbita baja son lo mejor".