Madres, padres y allegados se manifestaron frente al centro asistencial para exigir una “rápida investigación, el esclarecimiento y justicia” de los cinco decesos. La Justicia local rechazó el pedido del Gobierno provincial para ser querellante en la causa.
Alrededor de medio centenar de familiares se autoconvocaron este martes frente al Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de la ciudad de Córdoba para pedir por una “rápida investigación, el esclarecimiento y justicia” por la muerte sospechosa de al menos cinco bebés nacidos sanos en ese centro asistencial provincial, en tanto fue rechazado el pedido del Gobierno para ser querellante en la causa.
Por otra parte, dirigentes y legisladores nacionales de Juntos por el Cambio (JxC) de Córdoba se solidarizaron con las familias afectadas y solicitaron la “renuncia del ministro de Salud” Diego Cardozo y del plantel directivo del centro médico público y que se designen nuevas autoridades que no dependan de esa cartera sanitaria.
Cuando los familiares ya prácticamente habían dado por concluida la protesta, apareció imprevistamente en escena el legislador porteño Roberto García Moritán (Republicanos Unidos) y arengó a los presentes para ingresar al interior del hospital, a lo que algunos accedieron y llegaron hasta el despacho del nuevo director, Esteban Ruffín, a quien increparon exigiéndole “respuestas” por las muertes que se investigan.
García Moritán manifestó a los medios que estaba con otra actividad en Córdoba y que llegó hasta el centro asistencial para “acompañar y respaldar en el reclamo” a los familiares de las víctimas, mientras que otra franja de los manifestantes lo acusaron de “oportunista”.
Ruffín respondió, a los que habían ingresado a su despacho, que toda la documentación y antecedentes de los casos “están en manos de la Justicia para la investigación”, y que por lo tanto no tenía respuestas sobre cómo ocurrieron las muertes de los bebés, tal como lo exigían.
Vanesa Cáceres, que ofició de vocera de las familias que se concentraron frente al centro de salud, donde se había montado un fuerte operativo de seguridad, dijo a los medios que se movilizaron para pedir que “por favor se investigue a todos los responsables” por las muertes de los bebés.
“Desde aquí tendríamos que haber salido con nuestros hijos vivos. Hoy tendríamos que estar en nuestras casas con nuestros bebés, sin embargo tuvimos que salir a pelear por ellos para saber qué pasó”, expresó Vanesa, quien dio a luz a Francisco el 18 de marzo de este año y “a la hora y media de nacer sano" le informaron "que se descompensó por una arritmia y luego falleció”.
También afirmó que durante el embarazo tuvo un “control estricto” y que los estudios no evidenciaban ningún inconveniente de salud, y que se enteró por los medios que la muerte de su hijo está siendo investigada por la cartera de Salud y la Justicia como el “primer caso de muerte sospechosa”.
“Si se hubiese investigado a tiempo, se hubiese evitado la muerte de otros bebés, pero optaron por el encubrimiento”, cuestionó la mujer, que además dijo que el lunes fue citada a declarar.
De acuerdo a fuentes judiciales, el fiscal de instrucción Raúl Garzón, que está a cargo de la causa, rechazó el pedido del Gobierno provincial que había solicitado ser parte querellante en la causa, que se encuentra con secreto de sumario.
Antes de que se conociera esta resolución negativa al pedido del Gobierno, Vanesa había manifestado que era “una burla” ese pedido porque el Estado “es parte cómplice y de los que tienen que dar explicaciones".
"Ni siquiera nos llamaron para darnos respuestas”, reprochó.
Entre otras madres también participó de la convocatoria Florencia, quien manifestó que su hermana estaba embarazada de 33 semanas y que por "desatención y estado de abandono" su bebé murió en la madrugada del 4 de setiembre del año pasado.