En una sesión legislativa claramente desfavorable para el oficialismo, el Senado de la Nación Argentina aprobó dos proyectos clave impulsados por los 23 gobernadores provinciales y el jefe de gobierno porteño. Estas iniciativas buscan obligar al Gobierno nacional a redistribuir el impuesto a los combustibles líquidos, algunos fondos fiduciarios y destrabar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), recursos que actualmente se encuentran centralizados.
Las normas fueron sancionadas con un contundente apoyo de 56 votos afirmativos, solo uno negativo (del cordobés Luis Juez) y cero abstenciones, superando ampliamente los dos tercios necesarios para su aprobación. Ahora, los proyectos pasarán a la Cámara de Diputados para su sanción final, a pesar de que el presidente Javier Milei ya anunció que vetará cualquier legislación que "atente contra el equilibrio fiscal".
Ausencias y quiebres en el Oficialismo
Como ocurrió en votaciones previas que complicaron al oficialismo, se ausentaron los legisladores de La Libertad Avanza, la mayor parte del PRO (a excepción de Luis Juez y Guadalupe Tagliaferri) y algunos radicales, entre ellos los que responden directamente al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y su equipo. Aunque el mandatario mendocino se había comprometido a apoyar los expedientes, ante la denuncia de invalidez de la sesión por parte del oficialismo, optó por ordenar a los suyos la retirada del recinto.
Detalles de los proyectos aprobados
Ambas iniciativas aprobadas buscan obligar al Gobierno nacional a redistribuir con las provincias fondos clave que hoy se encuentran bajo su control. Específicamente:
Una de las leyes establece que una porción del Impuesto a los Combustibles sea de carácter coparticipable.
La otra norma ordena que los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se repartan de forma automática y periódica, eliminando la discrecionalidad del Poder Ejecutivo en su asignación.
El reclamo por estos fondos había sido impulsado semanas atrás por la totalidad de los mandatarios provinciales —incluido Cornejo— y el jefe de Gobierno porteño. Todos ellos denunciaron que la Nación retiene recursos que deberían reforzar las arcas provinciales, en un contexto de fuerte ajuste y caída generalizada de la recaudación.
Esta aprobación en el Senado representa un importante revés político para el Gobierno nacional y profundiza la tensión con las provincias, que buscan asegurar una mayor autonomía financiera en un escenario económico complejo.