P:_ ¿Cuál es el balance de un resultado electoral que fue ampliamente favorable y no solo en el país, sino en la provincia y en la ciudad?

DV_: Yo hablaba con mi equipo de trabajo y con la gente del espacio que por suerte se fue incrementando el número a medida que iba avanzando Javier Milei en sus elecciones. Eso fue un logro de todos aquellos ciudadanos honestos, trabajadores, que no vivimos nunca del Estado y que no dependemos de nadie más que de nuestro propio esfuerzo.

Fue también fruto del cansancio y del agotamiento que generó este gobierno saliente en todos sus defectos y con todas sus falencias. Y bueno, nada, yo obviamente a título personal feliz, igual que todos los miembros del equipo y todos los participantes del espacio, muy conforme con la elección que se hizo, muy contento con la cantidad de gente que de manera desinteresada puso su tiempo y su esfuerzo para fiscalizar, también lo puso durante la etapa entre la elección general y estaba este balotaje, esta doble vuelta. Así que nada, obviamente, como te decía, sumamente positivo nuestro balance.

P_: ¿Cuál es la proyección que tiene este triunfo electoral? Digo porque no hay partido político o el partido político está en formación, es pronto, digamos. ¿Cuál es la proyección?

DV_: Yo creo que ahora la gran obligación del espacio es, primero hacer honor a todo lo que se dijo en campaña, seguir poniendo, porque esto recién empieza, si bien hablaba del tiempo y del esfuerzo que mucha gente puso de manera desinteresada, los que estamos participando activamente en el espacio, tenemos la obligación de mantener y de, obviamente, incrementar todo esto, de redoblar esfuerzos.

Ahora hay que acompañarlo a Javier porque sí viene una etapa muy dura, una etapa de transición, una etapa de transformación, diría yo, de todo lo que ha sido la cultura sociopolítica de los últimos años en nuestro país y ni hablar en nuestra provincia.

P_: ¿Cómo creen que va a afectar a la provincia el tema del achicamiento del Estado y la privatización de empresas públicas?

DV_: El tema de la privatización y el achicamiento del estado no es malo en sí mismo. El problema de las veces que se ha hecho anteriormente es justamente el hecho de no saber, o mejor dicho, no darle un destino correcto a todo lo que produce la privatización o a todo lo que es el achicamiento del estado. Hoy tenemos un estado desbordado de gente, como ya todos sabemos, muchos ñoquis, un montón de cosas que nos generan un déficit y un gasto a un país que no está produciendo lo suficiente para afrontar semejante gasto.

Tenemos que sí o sí achicar, tenemos que sí o sí empezar a implementar transformaciones, como te decía antes, que van a costar, que a muchos sectores les va a doler porque están mal acostumbrados, pero bueno, si queremos enderezar el rumbo de este país necesariamente tenemos que hacer un esfuerzo todo.