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El gobierno de Javier Milei decidió postergar el aumento de los servicios públicos que debía entrar en vigencia este 1° de mayo. De esta manera, intentará "bajar" el índice de inflación mensual.

La decisión se dio a conocer a pocas horas de entrar en vigencia la suba. El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó los motivos en la red X: “Porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”.

En concreto, el Indec difundirá el dato de inflación el 14 de mayo próximo y las previsiones privadas la ubican en torno al 8% o 9%. La intención sería sostener esta baja.

La suba que le correspondía a las empresas, según los cálculos del Enargas y el ENRE, era de 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas. En tanto que, para los usuarios residenciales, el aumento promedio en las boletas de estos servicios iba a alcanzar alrededor del 5%.

Como es conocido, el último incremento en electricidad se produjo en el mes de febrero y el del gas en abril para evitar que impactaran al mismo tiempo. La suba de la luz fue de alrededor de 100% y la del gas llega en las facturas que se van a abonar en el mes de junio.

En rigor de verdad, la administración Milei también demoró la aplicación de los nuevos valores de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Por ello, el aumento de los combustibles, desde el 1° de mayo, fue solo de 4%.