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El actor estadounidense que en 2020 saltó a la fama con su papel en la serie "Lovecraft Country" y la actriz recordada por "Lost" tienen su segunda y tercera aparición en "Ant-Man and the Wasp: Quantumania"


El actor estadounidense Jonathan Majors, que en 2020 saltó a la fama con su papel en la serie dramática y de terror sobrenatural "Lovecraft Country", tiene su segunda aparición en Marvel con "Ant-Man and the Wasp: Quantumania", filme que estrenará este jueves y en el que asume la responsabilidad de encarnar al flamante gran villano de la franquicia, "un personaje que tiene mucho para hacer, y que tiene una manera muy particular de lograrlo".

"Puedo decir poco, pero es una variante de 'Aquel que permanece', y aunque todas sus variantes están muy conectadas, esta es bien diferente", adelantó Majors en diálogo con Télam sobre su rol como Kang el Conquistador, que ya había tenido una breve pero sugerente participación bajo ese seudónimo en la serie de Disney+ "Loki".
A esta altura del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), que ya lleva 30 largometrajes en su haber, la trama se tornó algo inalcanzable para cualquier recién llegado. Es que con la mencionada tira protagonizada por Tom Hiddleston y otras producciones como la secuela de "Doctor Strange" (2022), la historia adoptó definitivamente la noción del multiverso, o la convivencia -y el eventual contacto- entre las diferentes líneas espacio-temporales en las que se mueven sus héroes y antagonistas.

Pero ávida de mantener a sus seguidores y atraer nuevos, la saga que ya desarrolló durante más de una década el conflicto entre los famosos Vengadores y el temible y omnipotente Thanos abre una etapa distinta, y es "Quantumania", dirigida por Peyton Reed y trayendo a la pantalla al enigmático villano que deberá estar a su altura para poner en peligro la trama entera, la encargada de hacerlo.
El primer choque ocurrirá cuando Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd) llega al conocido como Reino Cuántico, tras reducirse a escala subatómica para explorar ese misterioso plano junto a su hija, Cassie (Kathryn Newton); su compañera, Hope (Evangeline Lilly); y los padres de ella, Hank (Michael Douglas) y Janet (Michelle Pfeiffer). Pero poco se imaginaba la particular y algo disfuncional familia que el viaje terminaría confrontándolos con el "Conquistador", despertando su terrible amenaza.

En ese sentido, esta no será sólo la tercera entrega "en solitario" de Ant-Man, sino el detonante de los eventos que Marvel planea desarrollar de acá en más, y que tiene hace rato a su séquito de fans en vilo por la expansión que podría incluso hacerle lugar a los queridos X-Men en la mesa. Con semejante magnitud que abarcar, Kang, que en la versión de "Loki" es el creador de una entidad que controla las líneas temporales para evitar una guerra entre universos, ya se perfila como el perfecto titiritero del mapa.

"Me da curiosidad saber qué se va a llevar la gente de la película, porque le pusimos mucho, y fuimos muy puntillosos con lo que incluimos en ella, es una pieza muy precisa."
Jonathan Majors
Su presencia ya está confirmada en al menos dos filmes más de la marca, "Avengers: The Kang Dynasty" (2025) y "Avengers: Secret Wars" (2026), dos de las nueve películas que hasta el año pasado el presidente de los estudios, Kevin Feige, había dado a conocer como parte de su proyección para los próximos tres años. Y con esos prometedores títulos, es de esperar que Kang adquiera una escala masiva y brutal en el futuro de la franquicia.


-¿Qué fue lo que te atrajo del papel?
-Creo que el desafío más importante también fue la oportunidad más grande, porque te dicen "acá está el rol, potencialmente tiene tantas repeticiones", y vos te preguntás "¿qué significa eso?", pero investigás un poco y claro, yo podría interpretar dos o tres versiones de este tipo. Y eso es algo muy interesante, algo que se sale de lo común. Como actor, no es una oportunidad que aparezca muy seguido, si alguna vez aparece.


-¿Ya estabas adentrado en la narrativa del UCM cuando llegaste al proyecto?
-Sí, estaba bastante al tanto, había visto todas las películas. Cuando fui elegido para el papel, la plataforma Disney+ no existía, pero cuando empezaron a salir las series ya estaba subido al caballo, y eso ayudó mucho. De todos modos no hay un mito fotografiado de Kang, sólo podés conocerlo a través de los cómics, así que salí a la calle y compré cada mención suya que pude encontrar, y lo estudié todo. Todavía lo hago, para saber si hay algún factor o algún gesto que pueda incorporar.


-¿Qué impacto creés que puede tener en la franquicia?
-Espero que sea un impacto grande, Kang llegó para sumar al universo de Marvel, para ayudarlo a ir en la dirección a la que necesita ir, y espero que se sienta ese movimiento, su presencia. Me da curiosidad saber qué se va a llevar la gente de la película, porque le pusimos mucho, y fuimos muy puntillosos con lo que incluimos en ella, es una pieza muy precisa. Es parte del UCM, claramente se pueden tildar todas las casillas en ese sentido, pero es algo que armamos muy meticulosamente.


-¿Qué necesita construir un villano a la medida de un universo como este?
-Para mí el desafío, o al menos así lo entiendo yo, es que sea una forma de reclutar seguidores que vengan del mundo del cómic, de los que ya siguen la franquicia, los que les gusta el cine o la ciencia ficción, para construir historias. Hay una universalidad que pasa por la especificidad para llevar adelante un villano así, porque en el UCM hay múltiples, pero pocos para los que su responsabilidad es construir un mundo, un ethos. Eso le muestra respeto al fandom de los cómics, empuja el UCM hacia adelante, trae a quien sea que alguna vez se haya sentido como un paria. Unir todo eso como el villano, o el gran antihéroe, y ver cuán humano podés hacerlo, es un gran trabajo.
EVANGELINE LILLY, SUPERHEROÍNA POR TERCERA VEZ
La canadiense Evangeline Lilly, popularmente conocida por su rol como Kate en la memorable serie dramática y de ciencia ficción "Lost", repite su trabajo como superheroína en "Ant-Man and the Wasp: Quantumania", la apertura de una nueva fase para la franquicia de Marvel que estrenará el jueves con una propuesta que ofrece "lo mejor de dos mundos, lo dulce y y lo divertido de las dinámicas de familia, pero dentro de una burbuja muy épica".

"Todos sabemos que somos un planeta dentro de una galaxia masiva, y dentro de un universo masivo, pero de la misma manera, cada uno de nosotros es un universo en sí mismo. Eso es lo que estamos explorando ahora, y es una idea interesante", explicó la actriz en diálogo con Télam sobre las nuevas fronteras que descubrirá su personaje, Hope van Dyne, en la tercera entrega protagonizada por Paul Rudd como Scott Lang, el héroe que la acompaña en el título.

Es que en esta ocasión, la dupla se trasladará junto a Cassie (Kathryn Newton), la hija de Lang, y Hank (Michael Douglas) y Janet (Michelle Pfeiffer), los padres de ella, al Reino Cuántico, un plano de la existencia para que el que deben reducirse a escalas subatómicas.

Además de tornarse en una aventura de pesadilla, cuando se encuentran con Kang el Conquistador (Jonathan Majors) -el nuevo villano principal del Universo Cinematográfico (UCM)-, "Quantumania" apelará como de costumbre a sus buenas dosis de humor para balancear la historia a través de las relaciones familiares, que para Hope adquieren nuevos sentidos ahora que está establecida y en pareja con Scott, y luego de reencontrarse con su madre.

-¿Qué dirías sobre la evolución que vivió tu personaje a lo largo de las películas?

-Esa mujer sí que recorrió un largo camino, eh. Y hasta ahora sólo se vieron dos películas, así que la gente no sabe cuán lejos irá. La conocimos como una mujer aislada, fría, que no se deja ser vulnerable con nadie. No tiene intimidad con nadie, por sus propias heridas y su trauma, y a lo largo de las dos entregas anteriores mucho de eso fue desprendiéndose. Ahora está en un lugar donde es vulnerable, no con una sino con cuatro personas, y es verdaderamente algo nuevo para ella. Se siente bien, hasta que la realidad de lo que significa estar en una relación, el desorden que puede conllevar y la imposibilidad de controlarla, empieza a jugar un papel.

-Desde su primera aparición, Hope se convirtió en un personaje un poco críptico para los fans. ¿A vos te pasa lo mismo?

-Creo que hasta ahora sólo pude rascar un poquito de su superficie, y en realidad no la entiendo por completo. En cada película pienso "ahora sí", siento que me hace un clic y creo que realmente soy ella, pero cambia tan rápido todo el tiempo que estoy jugando a alcanzarla. Todavía no tengo una idea tan clara de quién es ella, pero de alguna manera hice las paces con eso, porque es enigmática, y no se supone que deba entenderla.

-Después de todo este tiempo dentro del UCM, ¿cuánto te involucrás en ese desarrollo del personaje?

-Siento que con esta película compartí la mayor cantidad de ideas que alguna vez compartí en toda mi carrera. Me sentí muy empoderada en este ambiente actual en Hollywood, y cuando me aventuré en ese espacio fui tan bien recibida, me sentí escuchada, respetada, y sentí que mis contribuciones significaban algo, que a la gente le gustaban y que podía traer una perspectiva femenina, algo importante en este género. Especialmente cuando Marvel activamente quiere hacerlo bien con sus personajes mujeres, y representarlas bien.

-¿Qué creés que hace que "Ant-Man" sea tan distinguible en la franquicia?

-Como hablábamos de universos, universos más chiquitos y microuniversos, creo que lo que Marvel trae al género de superhéroes en general es que saben cómo hacerle un guiño a lo que es tonto, porque lo es, son tipos adultos usando calzas. Es ridículo, y saben cómo abordarlo y decir "sí, sabemos que es tonto, ¿no es divertido?", en vez de tomarlo seriamente. Y dentro de ese mundo, nosotros llevamos eso al siguiente nivel y lo volvemos muy liviano, especialmente con Paul (Rudd), que va a hacer que algo sea gracioso no importa dónde esté. De todos modos, esta entrega tiene un pequeño giro, porque va a tener más drama, más acción, un villano más formidable, y un universo mucho más grande en el que podemos jugar. Tenemos lo mejor de los dos mundos, lo dulce y lo divertido de las dinámicas de familia, pero dentro de una burbuja muy épica.